Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Marzo 2023

18 de abril de 2023|In Actualidad CCE

Puede acceder al informe completo a través del siguiente enlace: Marzo 2023

Tras el cierre del primer trimestre de 2023, el escenario económico encara el resto del ejercicio muy condicionado por una elevada incertidumbre que resulta algo más acusada que al inicio del año, a pesar de la moderación de la inflación general derivada de la contención de los precios de las materias primas y los costes energéticos, y de la ligera mejoría del funcionamiento de las cadenas de suministro globales.

Y es que el rápido endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales, con el objetivo de atajar el crecimiento de los precios, ha puesto de relieve algunas de las vulnerabilidades del sistema financiero internacional.

No obstante, las medidas adoptadas por las instituciones financieras han servido para contener esta contingencia, asegurando el acceso a la financiación y a la liquidez, aunque es importante no perder de vista la evolución del sector financiero, dado que un contagio al resto del sistema supondría una pérdida de confianza y un empeoramiento de la inversión y el consumo de los hogares.

Sin embargo, en materia de precios, continúa preocupando la tendencia alcista mostrada por la inflación subyacente, que se sitúa aún en niveles elevados debido a la persistencia de los efectos de segunda ronda generados por la inflación de costes y por el incremento de los precios energéticos del pasado año, lo que se observa, especialmente, en el caso concreto de los precios de la alimentación.

Así, la hoja de ruta que decidan aplicar a partir de ahora los principales bancos centrales en sus decisiones de política monetaria resultará esencial, dado que su objetivo es procurar el retorno de la inflación a niveles aceptables, y garantizar la estabilidad del sistema financiero, si bien, no hay un consenso generalizado en el seno de estas instituciones sobre el signo e intensidad de estas medidas.

En este contexto, las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) recogen este conjunto de incertidumbres, y confirman la desaceleración del crecimiento de cara al cierre del año, aunque esta última revisión resulta dispar entre países y zonas.

En este sentido, el FMI rebaja el crecimiento de la economía internacional en una décima, estimando para 2023 un crecimiento del 2,8 por ciento. De cara a 2024, el incremento del PIB mundial sería del 3,0%, también una décima menos que en el informe anterior.

Dentro de las economías avanzadas, Estados Unidos culminaría el presente año con un alza del PIB del 1,6% (dos décimas más que en la previsión de enero), desacelerándose aún más en 2024, hasta el 1,1% (una décima más que en el informe previo).

En el caso de la Eurozona, el FMI incrementó en una décima las perspectivas de crecimiento para 2023, hasta situar el PIB en el 0,8%, debido a la mejoría evidenciada por el sector servicios; aunque, en cambio, el sector manufacturero sigue mostrando notables dificultades, sobre todo en Alemania, donde el FMI ha rebajado en dos décimas sus perspectivas de crecimiento para el presente año, previendo una caída del 0,1% en el conjunto de 2023.

De cara a 2024, el crecimiento del Área del euro aumentaría hasta el 1,4% (dos décimas por debajo de la anterior proyección).

En lo que respecta a la economía española, según el FMI, esta describirá un ascenso por encima de la media de la Zona euro en 2023, cifrado en un 1,5%, cuatro décimas más que en la estimación de enero, en un escenario en el que la actividad turística sigue mostrando un comportamiento positivo cada vez más consolidado en el conjunto nacional. Para 2024, el crecimiento del PIB se ha revisado a la baja en cuatro décimas con respecto al panel precedente, hasta el 2,0 por ciento.

Estas previsiones se alinean con el último informe del Banco de España, que también elevó la proyección de crecimiento de nuestro país para el conjunto de 2023 hasta el 1,6%, un alza de tres décimas con respecto a las previsiones publicadas en el anterior informe.

En cuanto a las previsiones de inflación, el FMI espera que los precios se moderen en España hasta el 4,3% al término del ejercicio, y hasta el 3,2% en 2024, si bien, aún persisten notables focos de incertidumbre que podrían condicionar su comportamiento a corto y medio plazo, como las tensiones geopolíticas, el signo de la política monetaria en un contexto marcado por las recientes turbulencias financieras, o las decisiones de reducción de la producción de los países productores de petróleo, no en vano, al inicio del mes de abril, estos anunciaron un recorte de 1,1 millones de barriles diarios hasta el próximo año.

Por su parte, entrando en detalle, los datos más recientes indican que la inflación general en el conjunto del país moderó su ascenso en marzo, hasta el 0,4 por ciento.

En el caso de Canarias, se observó un aumento mensual del 0,2%, dada la caída de los precios energéticos (electricidad -6,8%; carburantes -2,6%) y el menor crecimiento de los alimentos (+0,5%) en comparación con los meses precedentes.

En términos interanuales, tal y como se esperaba, la inflación se ha moderado de forma notable, hasta el 3,3% en el ámbito nacional y el 4,6% en el Archipiélago, lo que refleja un efecto escalón o base derivado de la comparativa con respecto al mes de marzo de 2022, cuando los precios energéticos se situaban en máximos, como consecuencia del estallido del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

No obstante, la moderación interanual de los precios resulta menor en las Islas que a escala nacional, debido al mayor impacto que ejercen los alimentos y los grupos de servicios en Canarias.

En lo que respecta a la inflación subyacente, esta aumentó un 0,7% mensual a nivel nacional y un 0,6% en Canarias; mientras que en términos interanuales, la media del Estado se elevó un 7,5%, frente al incremento del 7,9% evidenciado en las Islas, lo que implica que la contención de los precios observada en marzo obedece, principalmente, a la moderación de los precios energéticos, dado que los segmentos más estructurales del Índice general de precios siguen mostrando valores elevados.

Por otro lado, las últimas cifras del mercado laboral de nuestro país muestran que el número de afiliados a la Seguridad Social apuntó a lo largo del tercer mes del año un crecimiento de 201.197 efectivos, un 1,0% más que en febrero.

En el ámbito de Canarias, se aprecia que el empleo también describió un avance mensual, aunque más moderado que en el conjunto del país, del orden del 0,5%, con 4.441 efectivos más que el mes anterior.

Los servicios concentraron la mayor parte del alza del empleo, con 3.693 efectivos más que en febrero, sobre todo en “Administración Pública” (+1.442 trabajadores) y “Hostelería” (+1.046 efectivos).

En cambio, en términos interanuales, el alza de la afiliación resultó más intensa en el Archipiélago, con un aumento del 4,5% (+37.379 personas), que a nivel estatal, donde el número de trabajadores en alta laboral repuntó un 3,0% (+585.821 efectivos).

Este avance volvió a sustentarse, sobre todo, en el conjunto de los servicios, con 44.275 trabajadores más que doce meses antes, destacando, especialmente, la “Hostelería” (+13.476 trabajadores), y en menor medida, la “Actividad Comercial” (+5.191 personas), las “Actividades administrativas y servicios auxiliares” (+3.377 afiliados) o los “Transportes” (+2.323 trabajadores).

En lo que concierne a las cifras de paro registrado, la media nacional experimentó un retroceso mensual de 48.755 parados, un 1,67% menos que el mes anterior; al tiempo que en las Islas, la caída resultó más notoria, del orden del 3,05%, con 5.775 desempleados menos, con respecto al mes de febrero.

En comparación con el dato de marzo de 2022, el conjunto del territorio nacional también observó una minoración, en este caso del 7,93% (246.503 desempleados menos), más moderada que en Canarias, donde el paro cayó un 9,10% (18.362 parados menos).

Una vez analizados los principales datos del mercado de trabajo, resulta preciso remarcar la evolución observada por los demandantes de empleo que se encuentran en condiciones de inactividad, como es el caso de los trabajadores con contrato fijo discontinuo.

Los demandantes de empleo ocupados contabilizaron en Canarias 29.244 personas, 564 más que en febrero (+2,0%); si bien, por el contrario, en el conjunto nacional se redujeron en 64.186 demandantes (-5,7%), hasta alcanzar las 1.070.922 personas.

Centrándonos ahora en las cifras más recientes del sector turístico, la estadística de viajeros llegados a las Islas desde el extranjero, publicada por AENA y referida al pasado mes de marzo, indica que Canarias recibió un total de 1.317.196 visitantes foráneos, lo que supone incrementar sus registros un 6,0%, es decir, 74.810 viajeros más que en el mes de febrero.

Asimismo, desde una perspectiva interanual, el Archipiélago también computó un alza, en este caso, del orden del 14,9%, 170.970 viajeros foráneos más que en idéntico mes del ejercicio precedente.

En términos acumulados, entre enero y marzo del presente año, los aeropuertos internacionales de Canarias han constatado la llegada de 882.092 visitantes foráneos más que en el mismo periodo de 2022 (+30,4%), y 65.011 viajeros adicionales (+1,7%), con respecto al primer trimestre de 2019, si bien, en este último sentido, es importante tener en cuenta que Gran Canaria y La Palma continúan sin recuperar los valores previos a la crisis sanitaria, con 47.763 (-4,3%) y 30.819 (-53,6%) visitantes menos llegados desde el extranjero, respectivamente.

A tenor de estos resultados, una de las principales ideas que subyace es que la recuperación mostrada por algunos indicadores resulta algo frágil, dado que la actividad económica continúa condicionada por la incertidumbre presente en el panorama económico mundial.

Así, será necesario mantener la expectativa para conocer cómo evolucionará el sistema financiero tras las debilidades que ha mostrado recientemente, y, sobre todo, los precios, en un contexto en el que, pese a la moderación de la inflación general, la componente subyacente continúa en valores muy elevados, de forma más acusada en Canarias que a escala nacional.

En esta línea, la labor de los bancos centrales resulta decisiva, dado que se enfrentan a la doble tarea de contener la tendencia alcista de los elementos más estructurales de los precios y de neutralizar los riesgos que pongan en peligro la estabilidad del sector financiero.

En esta tesitura, asimismo, resulta necesario insistir en la aplicación de medidas e instrumentos que alivien las tensiones sobre los altos costes asociados a la producción, transporte y comercialización a los que debe hacer frente el tejido productivo, sobre todo en el caso de Canarias, donde la situación se agrava por su situación geográfica, en un momento en el que la falta certeza condiciona la actividad económica.

La
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