Los ciudadanos de los países occidentales viven cada vez más tiempo, son más sanos, y tienen menos hijos. Según el Eurostat en el año 2020 sólo habrá dos personas en edad de trabajar por cada mayor de 65 años; ahora la proporción es de 4 a 1. Y además el 20% de la población europea tendrá más de 65 años, con un rápido crecimiento del número de mayores de 80 años.

Precisamente, es en este año cuando se ha designado el Año Europeo del Envejecimiento Activo y la Solidaridad Intergeneracional, mención con la que se pretende concienciar del rápido envejecimiento de la población europea, promover la convivencia entre generaciones y buscar la forma de que cumplir años sea una oportunidad, nunca un problema.

El envejecimiento activo pretende mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen, favoreciendo sus oportunidades de desarrollo para una vida saludable, participativa y segura. Implica entender esta etapa de la vida como un ciclo más de crecimiento personal, añadiendo vida a los años y no solamente años a la vida.

Aún así, como se puede entender a pesar de la gran difusión que ha alcanzado en los últimos años, el concepto de envejecimiento activo es relativamente novedoso en Europa.

Esta realidad en sí misma; es una  oportunidad de negocio para los emprendedores. Toca buscar e identificar aquellas actividades que se presten más a nuestros gustos, capacidades y habilidades como al ámbito social al cual nos dirigimos. Este mercado en expansión precisa de nuevos productos y servicios especializados y orientados por la demanda.

Según las estadísticas elaboradas por el INE 2011, Canarias cuenta con un 12% de población de 65 años o más años (es decir, 255.601 personas de un total de 2.126.769), siendo un 56% de mujeres, por un 44% de varones. Esto nos lleva a plantearnos la realidad que se viene presenciando en nuestra Comunidad: el envejecimiento ya se hace patente y se prevé que aumente considerablemente en los años venideros.

Las personas mayores suelen ser un segmento de mercado con enormes necesidades muchas veces desatendidas y representa una gran oportunidad para los emprendedores y empresas.

Algunos de los sectores en los que se observa un crecimiento de demanda son los que a continuación detallamos:

• Ejercicios aeróbicos para la tercera edad.
• Transporte para recados y gestiones varias de consumo.
• Servicios de información, trámites y representaciones.
• Club de adultos mayores. A diferencia de un asilo, los ancianos no residen en este lugar pero si cuentan con todo lo necesario y personal idóneo para su atención y comodidad.
• Residencias de mayores.
• Centro de empleos para personas mayores.
• Cursos y talleres especializados para la tercera edad. Inclusive, considerar la opción de impartirlos a domicilio será un valor agregado muy atractivo.
• Enfermería y cuidado temporal de ancianos.
• Servicios de teleasistencia domiciliaria.
• Atención farmacéutica, ej. servicios de recetas electrónicas.
• Acondicionamientos integrales de viviendas y reformas en espacios para personas con movilidad reducida.
• Servicios de hostelería y turismo: viajes, rutas, alojamiento, guías, etc.
• Servicios especializados de ocio, cultura y deportes.
• Psicomotricidad y mantenimiento físico.
• Tratamientos psicológicos especializados.
• Actividades terapéuticas y de mantenimiento.
• Acompañamiento y entorno familiar.
• Servicios financiero-aseguradores.
• Gestión de Comunidades de hogares para mayores.
• Red de mayores en Internet.
• TV para mayores.
• Publicidad especializada.

En definitiva, podemos observar que hay un mercado potencialmente atractivo, dirigido a los mayores de 65 años en el mercado canario y su alcance es directo e inmediato.