Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Enero 2022

18 de febrero de 2022|In Actualidad CCE

Puede acceder al informe completo a través del siguiente enlace: Enero 2022

Según los indicadores más recientes, la economía internacional ha confirmado al inicio de 2022 la moderación del crecimiento que venía observándose desde finales del pasado año, en un contexto en el que las tensiones inflacionistas y el colapso en las cadenas de suministro globales, en conjunto con el repunte de los contagios tras la irrupción de la variante ómicron, continúan siendo los principales focos de incertidumbre.

En este escenario, el FMI, en su último panel de previsiones, ha rebajado su proyección del PIB mundial para 2022 en cinco décimas, hasta el 4,4%, tras haber cerrado 2021 con un aumento del 5,9 por ciento. De cara a 2023, se prevé un avance del 3,8%, en este caso, dos décimas más que la previsión anterior.

En materia de política monetaria, dado el panorama económico actual, todo apunta a que la Reserva Federal realizará la primera subida de los tipos de interés tras la pandemia el próximo mes de marzo, una vez culmine la retirada de la compra de activos. Por su parte, el Banco Central Europeo ha confirmado que finalizará las compras netas de activos en el marco del PEPP (programa de emergencia por la pandemia) al cierre del tercer mes del año, aunque, de momento, no consideran incrementar los tipos de interés.

Por lo que concierne a la evolución de las economías más relevantes, el PIB de Estados Unidos habría culminado el pasado ejercicio con un incremento del 5,7%, aunque la evolución de los precios de consumo comienza a despertar recelos entre los analistas y los mercados. No en vano, los precios continúan en valores máximos de los últimos 40 años, registrando en el mes de enero un alza interanual del 7,5%, y del 6,0% en el caso de la inflación subyacente.

En este contexto, el FMI prevé un avance del 4,0% en el PIB estadounidense para 2022, 1,2 puntos menos que en la previsión anterior, aunque para 2023 ha revisado al alza en cuatro décimas la última proyección, situando el avance de la economía norteamericana en el 2,6 por ciento.

En cuanto a China, el pasado 2021 habría terminado con un crecimiento del PIB del 8,1%, aunque la situación que atraviesa el sector inmobiliario y la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia podrían ralentizar el crecimiento durante los próximos meses, cerrando el presente año, según estima el FMI, con un avance del 4,8%, ocho décimas menos que en la previsión de octubre.

En lo referente a la Eurozona, la Comisión Europea ha rebajado en su informe de invierno las perspectivas de crecimiento para la mayor parte de los países del Área.

Esta revisión a la baja se produce en una tesitura en la que el aumento de la tasa de contagios, junto con la persistencia de los cuellos de botella en las cadenas de suministro y la escalada de los precios energéticos, han enfriado una recuperación que ya acusaba signos de desaceleración desde el segundo semestre del pasado ejercicio.

En cualquier caso, la Comisión espera que, a medida que avance el año, esos factores de riesgo se vayan disipando de forma paulatina, ajustándose los precios por debajo del objetivo del 2% en 2023.

Así, el organismo europeo prevé que la Eurozona cierre 2022 con un incremento del PIB del 4,0%, tres décimas menos que la estimación anterior, y del 2,7% en 2023, tres décimas más que en el informe previo.

En lo que respecta a la economía española, los datos de avance de la Contabilidad Nacional Trimestral de España (INE), indican que el PIB habría observado un incremento trimestral del 2,0% durante el último trimestre de 2021, seis décimas menos que en el trimestre previo (+2,6%), lo que confirma la moderación del crecimiento durante el último periodo del año.

Este comportamiento obedeció, especialmente, a la caída trimestral del 1,2% anotada por el consumo doméstico mientras la inversión lograba cerrar el trimestre con un alza del 4,9%, sobre todo en maquinaria y bienes de equipo (+6,3%).

El sector exterior, por su parte, describió un avance trimestral de las exportaciones del 6,5% durante el último trimestre, y en el caso de las importaciones, también se observó un ascenso del 3,5%, en comparación con el periodo precedente.

Por lo que se refiere al conjunto de 2021, el PIB de nuestra economía anotó un incremento del 5,0%, un dato que se aleja del 6,5% que había anunciado el Gobierno nacional durante los últimos meses.

Si bien es cierto que el contexto de desaceleración que se ha descrito a nivel global durante este periodo ha incidido en una moderación en el ritmo de recuperación previsto para nuestro país, la corrección de las previsiones obedece principalmente al retraso en la distribución y la gestión de los fondos europeos.

En el caso de España, la Comisión Europea, a diferencia de la mayoría de países de la Zona euro, ha elevado la previsión de crecimiento para 2022 en una décima, hasta el 5,6%, manteniendo sin variación la de 2023 en un 4,4%, aunque es importante no olvidar que la economía de nuestro país en 2021 se ha mantenido a la cola de la recuperación en el contexto europeo.

En todo caso, esto dependerá de la evolución de varios factores como la situación epidemiológica, la incidencia de la inflación y los problemas de suministro globales, o el grado de recuperación de la demanda turística a nivel global.

Por otro lado, la moderación del crecimiento durante la última fase del pasado año y principios del presente, se ha trasladado al mercado laboral español, anotando el número de afiliados a la Seguridad Social un descenso de 168.891 trabajadores al cierre del mes de enero, un 0,9% menos que en diciembre. En cambio, en términos interanuales, la afiliación registró 708.290 efectivos adicionales, lo que implica un repunte del 3,8 por ciento.

Asimismo, en relación con las cifras prepandemia, el empleo resultó en enero un 1,3% superior al apreciado en el segundo mes de 2020, 255.506 trabajadores más.

En cuanto al paro registrado, este apuntó un ascenso mensual del 0,55% en enero, 17.173 parados más que en el mes previo; mientras que, en cambio, en comparación con las cifras de doce meses antes, el desempleo se aminoró un 21,22%, con 841.275 demandantes menos.

En lo que respecta a Canarias, la moderación del crecimiento ha sido mucho más acusada que a escala nacional. Así lo ponen de manifiesto los datos de la Contabilidad Trimestral del Archipiélago (ISTAC), en los que se aprecia como el PIB habría constatado un incremento trimestral del 1,6% durante el cuarto periodo del año, que resulta tres puntos inferior al apuntado en el trimestre precedente (+4,6%).

Por sectores, destacaron los servicios, con un repunte trimestral del 2,2%, seguidos de la construcción, cuyo VAB habría experimentado un ascenso del 1,8%, y de la agricultura, que aumentó un 1,5 por ciento.

En el caso de la industria, se observó el incremento trimestral de menor intensidad, cifrado en un 0,3%, siendo este sector el que mostró una mayor desaceleración, tras haber cerrado el tercer periodo de 2021 con un alza del 15,1 por ciento.

En el conjunto del año, el incremento del PIB de las Islas se habría situado en el 6,1%, 1,1 puntos por encima del conjunto del país, aunque es cierto que la caída constatada en 2020 por el Archipiélago (-18,1%) resultó mucho más acusada que en el ámbito del Estado (-10,8%), lo que ilustra las divergencias existentes en la recuperación entre ambos ámbitos.

Por lo referido al mercado de trabajo, los datos de afiliación del primer mes del año muestran que el empleo en Canarias cayó en 13.856 efectivos, un 1,7% menos que en diciembre, contabilizando un total de 815.396 afiliados a la Seguridad Social.

Este retroceso se concentró en el conjunto de los servicios, que registraron 13.896 empleos menos, destacando ramas como la “Hostelería”, con una caída de 5.121 trabajadores; el “Comercio”, que contrajo sus registros en 4.274 personas; o “Sanidad”, cuyo retroceso se cifró en 3.049 afiliados, en relación con el pasado mes de diciembre.

En cambio, desde una perspectiva interanual, los datos de afiliación muestran un avance de 47.126 efectivos con respecto a enero de 2021, un incremento relativo del orden del 6,1%; si bien, en relación con las cifras preCOVID, el empleo en Canarias ha vuelto situarse en valores negativos, registrando 3.820 trabajadores menos que en febrero de 2020 (-0,5%), debido, sobre todo, a que la afiliación en ramas como la “Hostelería”, la “Actividad Comercial” o los “Transportes” (20.393 trabajadores menos en su conjunto) sigue muy por debajo del nivel previo a la crisis sanitaria.

Por lo referente al paro registrado en Canarias, se apreció un ascenso mensual del 2,14% al cierre del mes de enero, 4.337 parados más que en diciembre, contabilizando un total de 207.156 personas en situación de desempleo.

Desde un enfoque interanual, el paro en las Islas se aminoró un 25,81%, un retroceso de 72.074 desempleados en relación con el mismo mes del pasado año.

La moderación de la actividad se ha visto reflejada de forma destacada en el sector turístico, donde muchos establecimientos han recibido numerosas cancelaciones de reservas, en un contexto que se ha visto empeorado por el repunte de los contagios, poniendo nuevamente de manifiesto la especial vulnerabilidad del sector ante la evolución del virus.

En este sentido, la llegada de visitantes desde el extranjero al Archipiélago ha vuelto a mostrar, por segundo mes consecutivo, un retroceso mensual, en este caso del 19,0%, lo que se traduce en un descenso de 180.207 viajeros, hasta alcanzar un total de 765.781 visitantes al cierre del primer mes del ejercicio.

En el ámbito de los precios, el IPC en las Islas anotó en enero una caída mensual del 0,6%, dos décimas más que en el conjunto nacional (-0,4%), en un contexto en el que las rebajas llevaron al grupo “Vestido y calzado” a evidenciar una contracción del 16,2 por ciento. Además, los precios de “Ocio y cultura” y “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” observaron disminuciones mensuales del 1,1% y del 0,7%, en cada caso, dada la pérdida de dinamismo de la actividad turística y la ligera contención de la tarifa eléctrica observada en el transcurso del primer mes de 2022.

No obstante, en términos interanuales, los precios continúan en tendencia alcista, con un aumento del 5,5% en las Islas, seis décimas menos que la media nacional (+6,1%). Este ascenso fue fruto, en gran medida, del alza del 15,8% de “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles”, debido al notable incremento de los precios de la electricidad (+44,7%); y del avance del 10,5% de “Transporte”, condicionado por el aumento de los carburantes (+25,5%), con respecto a un año antes.

En este escenario, la inflación subyacente en Canarias se ha incrementado un 2,3% en términos interanuales, y ello supone que más de tres puntos de la inflación en el Archipiélago se deben al efecto de elementos externos a nuestra demanda, provenientes, fudamentalmente, del encarecimiento de los combustibles y los precios energéticos.

Por tanto, aunque resulta previsible que estos factores puedan disiparse gradualmente a lo largo del año, resultan evidentes las dificultades que siguen atravesando la demanda interna y el consumo de los hogares en Canarias, por lo que es esencial no adoptar medidas que puedan empeorar la situación, y evitar incorporar efectos de segunda vuelta a la inflación.

Asimismo, las diferencias en la reactivación económica con respecto al resto del territorio nacional demuestran la imperativa necesidad de insistir en el apoyo a las empresas y autónomos de las Islas, garantizando su supervivencia y facilitando la reactivación efectiva y real de la economía.

En este sentido, resulta relevante que el diálogo social juegue un papel fundamental en la toma de decisiones, y que sirva para diseñar y aplicar medidas basadas en el consenso de todas las partes, que sean adecuadas a las circunstancias actuales y no supongan distorsiones en la recuperación de la economía.

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