Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Diciembre 2021

17 de enero de 2022|In Actualidad CCE

Puede acceder al informe completo a través del siguiente enlace: Diciembre 2021

La economía mundial ha confirmado al cierre del pasado año el enfriamiento que venían mostrando los niveles de actividad y comercio global desde el tramo final de 2020, como consecuencia de la evolución que ha mostrado la pandemia.

La aparición de la variante ómicron del virus continúa elevando notablemente la tasa de contagios durante las primeras semanas de 2022 y ha obligado a retomar medidas de restricción de la actividad tanto en economías desarrolladas como en economías emergentes.

Por otro lado, la persistencia de las tensiones en las cadenas de suministros sigue encareciendo las materias primas a nivel global, especialmente las energéticas, y los precios de consumo mantienen la tendencia alcista.

La Reserva Federal y el Banco Central Europeo consideran ya que el ajuste de los precios podría dilatarse en el tiempo algo más de lo que esperaban inicialmente, aunque la institución monetaria europea confía en que la inflación se sitúe por debajo del objetivo del 2% en 2023.

En este contexto, la FED ha anunciado que adelantará la retirada de estímulos y endurecerá la política monetaria durante el primer semestre de este ejercicio.

Analizando de forma más concreta la evolución de las economías más relevantes, se aprecia que en Estados Unidos los datos epidemiológicos han sufrido un fuerte empeoramiento, ligado al intenso avance de la nueva cepa, lo que puede suponer un riesgo para el crecimiento de la economía.

En este escenario, el nivel de inflación sigue marcando los máximos de los últimos 40 años, tras cerrar el mes de diciembre con un aumento interanual del 7%, lo que, en conjunto con el notorio aumento de los salarios, añade más presión a unos precios que se encuentran ya muy tensionados.

En cuanto a la economía china, el término del año ha venido marcado por la crisis en el sector inmobiliario y las restricciones energéticas, en un contexto en el que la política del Gobierno ante los rebrotes del coronavirus ha vuelto a restringir de forma notable la actividad económica en varias regiones del país, lo que podría llevar a una importante desaceleración de la economía china en el primer semestre de 2022.

No obstante, las expectativas sobre el sector exterior chino resultan más positivas tras la entrada en vigor, el pasado 1 de enero, de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), un importante acuerdo de libre comercio firmado por China y otras 14 economías de la zona Asia-Pacífico.

Con respecto a la Eurozona, la expansión del virus ha llevado a la adopción de fuertes medidas de restricción, con la consecuente minoración de la actividad económica en los últimos compases de 2021 y principios de 2022, lo que se une a la persistencia de los “cuellos de botella” por el lado de la oferta.

Esto se observa, especialmente, en el caso Alemania, debido al importante peso del sector industrial en su estructura productiva, y a las estrictas medidas para contener los avances de la última oleada del COVID-19.

En cualquier caso, los problemas de abastecimiento de materias primas pueden provocar el aplazamiento de la ejecución de muchos proyectos incluidos en los planes de recuperación nacionales en el marco del “Next Generation EU”, incrementando los riesgos bajistas para el crecimiento de cara al primer trimestre de 2022.

Por otra parte, a las presiones inflacionistas originadas por las dificultades en las cadenas de suministro se suma el encarecimiento de la energía debido al aumento del precio del gas, si bien, la presión alcista debería ir remitiendo a medida que se descongestione el problema de la oferta de materiales.

En lo concerniente a la economía española, si bien se estima que el PIB cierre el año en valores positivos, la reactivación parcial e incompleta de la actividad turística global y la falta de dinamismo del consumo doméstico han restado fuerza a la recuperación de la actividad económica, en comparación con otros países de la Zona del euro.

Este escenario se ha visto empeorado en la última fase del año e inicios de 2022 por la incidencia de la cepa ómicron del coronavirus, lo que ha supuesto la cancelación de numerosas reservas en los establecimientos turísticos y en el ámbito de la restauración y el ocio, y que, además, puede implicar una importante pérdida de ventas para el sector comercial, en caso de endurecerse las medidas de restricción, justo al inicio de la temporada de rebajas.

Esta evolución ha tenido reflejo en el mercado de trabajo de nuestro país, tal y como muestran los últimos datos de afiliación a la Seguridad Social, correspondientes al mes de diciembre, donde se aprecia una minoración en el empleo de 23.006 trabajadores, un 0,1% menos que en el mes previo.

Sin embargo, desde una perspectiva interanual, comparando con el mes de diciembre de 2020, el número de afiliados aumentó en 798.960 trabajadores, un avance relativo del 4,2%, contabilizando al cierre del último mes de 2021 un total de 19.703.812 personas en situación de alta laboral.

Si hacemos balance en relación con las cifras previas a la pandemia, la afiliación a último día del mes de referencia resulta un 2,2% mayor a la apreciada durante el mes de febrero de 2020, lo que supone 424.397 efectivos adicionales.

Por lo referido a las estadísticas de paro registrado nacional se apuntó un descenso mensual del 2,41% en el mes de diciembre, 76.782 parados menos que en noviembre; al tiempo que, en términos interanuales, el desempleo disminuyó un 20,12%, con 782.232 personas menos en situación de desempleo.

Con respecto al nivel de desempleo previo a la irrupción de la pandemia, el último mes de 2021 culminó registrando un total de 140.142 parados menos que en el segundo mes de 2020, un descenso del 4,32 por ciento.

En el ámbito de Canarias, los datos de empleo mostraron una evolución mensual favorable, con un repunte en el número de afiliados de 2.055 personas al cierre del mes de diciembre, un 0,2% más que el mes precedente, culminando el año con un total de 829.252 trabajadores afiliados a la Seguridad Social.

Este incremento se concentró en los servicios, donde se crearon 3.513 puestos de trabajo, especialmente en ramas como “Sanidad”, con un alza de 2.430 empleos, y la “Actividad comercial”, que anotó 2.139 efectivos más que en el mes de noviembre.

En cambio, el sector de la construcción anotó un retroceso mensual en su cifra de empleo de 1.602 trabajadores.

En comparación con los datos de hace doce meses, el número total de afiliados en Canarias también apreció un crecimiento de 52.020 efectivos, lo que equivale, en términos relativos, a un avance interanual del 6,7 por ciento.

Asimismo, en comparación con las cifras prepandemia, el empleo en las Islas ha mejorado y presenta 10.036 trabajadores más que en el mes de febrero de 2020 (+1,2%), aunque debemos tener presente que se trata de un incremento apoyado, principalmente, en el aumento del empleo más vinculado con la actividad pública, con un alza conjunto de 17.266 trabajadores en las ramas de “Administración pública”, “Educación” y “Sanidad”.

Otras ramas clave para nuestra estructura productiva, como el “Comercio”, los “Transportes” y la “Hostelería” todavía muestran niveles de empleo inferiores a los que contabilizaban al comienzo de la pandemia. En concreto, aún acusan 10.448 efectivos menos que en el mes de febrero de 2020.

Por lo que respecta a la cifra de paro registrado en las Islas, se observó un descenso mensual del 1,75%, lo que implica, en términos absolutos, 3.612 parados menos que en el mes anterior, contabilizando un total de 202.819 desempleados al término del mes de diciembre de 2021.

Desde una perspectiva interanual, el paro en el Archipiélago se contrajo un 24,72%, un descenso de 66.618 desempleados con respecto a idéntico mes del pasado ejercicio.

En lo referente a la actividad turística en el Archipiélago, los datos más recientes muestran los efectos del endurecimiento de las medidas de restricción a la actividad y la movilidad, tanto a nivel local como en los principales mercados emisores de turistas, derivado del aumento de la tasa de contagios por la variante ómicron.

Así lo indica la entrada de visitantes desde el extranjero a Canarias, que constató en diciembre un retroceso mensual del 8,1%, lo que se traduce en una caída de 83.844 viajeros, tras venir registrando datos positivos desde el pasado mes de marzo.

En el conjunto del año 2021, las Islas registraron la llegada de 5,3 millones de viajeros foráneos, lo que supone un ascenso acumulado del 37,8%, casi 1,5 millones más que a lo largo del mismo periodo de 2020.

No obstante, este dato se encuentra aún muy alejado de las cifras de 2019, cuando Canarias anotó la entrada de 13,3 millones de visitantes en el conjunto del año.

En materia de precios, el IPC en el Archipiélago constató en diciembre un crecimiento mensual del 1,2%, al igual que en el conjunto del Estado, debido al aumento del 6,6% que experimentó el grupo “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles”, derivado del alza de los precios de la electricidad (+17,2%); y, en menor medida, al incremento del 1,4% que registró el grupo “Ocio y cultura”, por la incidencia de los paquetes turísticos (+11,2%).

En el conjunto del año, la inflación en Canarias se situó en el 5,8%, siete décimas por debajo de la media del Estado (+6,5%), destacando el incremento que mostraron en Canarias los precios de “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles”, que se encarecieron un 20,7% en el último año, seguido de los “Transportes”, cuyos precios aumentaron un 11,3%, en un contexto muy condicionado por la evolución durante el ejercicio de los precios de la electricidad y de los carburantes, que culminaron 2021 con sendos ascensos del 65,6% y del 27,0%, respectivamente, en relación con el mes de diciembre de 2020.

Por su parte, la inflación subyacente en las Islas se elevó apenas un 0,3% mensual; al tiempo que en términos acumulados apuntó un aumento del 1,9%, dos décimas menos que a nivel del Estado (+2,1%), lo que muestra que la demanda interna continúa atravesando una situación más compleja en las Islas que en el conjunto del país.

Además, esto pone de manifiesto, que cuatro puntos del total de la inflación en Canarias corresponden a la incidencia de factores externos, y no al aumento de la demanda de los agentes económicos ni a la recuperación del consumo de los hogares, por lo que resulta esencial evitar tomar decisiones que puedan generar efectos de segunda vuelta en los precios, convirtiendo factores inflacionistas de naturaleza transitoria en elementos estructurales que pondrían en peligro la recuperación de la actividad económica y del empleo.

A tenor de estos resultados, la economía canaria continúa transitando la senda de la recuperación, si bien, la evolución reciente de la pandemia ha vuelto a generar incertidumbre, poniendo de manifiesto que aún persisten diversos factores de riesgo que están ralentizando la recuperación de la actividad económica.

Por tanto, resulta de vital importancia consolidar el tejido empresarial y productivo e insistir en la necesidad de la reducción de obstáculos y trabas normativas y financieras que limitan la reactivación de la economía y del mercado laboral del Archipiélago.

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