Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Agosto de 2018

18 de septiembre de 2018|In Actualidad CCE

* Puede acceder al texto íntegro del Informe a través del siguiente enlace Informe agosto 2018

Las últimas estadísticas disponibles apuntan a un cierto debilitamiento de la actividad económica mundial durante el tercer trimestre del año, en un escenario en el que se han intensificado diversos focos de incertidumbre como las tensiones comerciales a escala global, o la creciente vulnerabilidad financiera en algunas economías emergentes.

En lo que respecta a Estados Unidos, a la espera de conocer el posible impacto sobre la inversión empresarial de una nueva escalada arancelaria, el efecto sobre el consumo de la reforma tributaria, la fortaleza de la demanda interna y la robustez que sigue mostrando su mercado laboral le ha permitido mantener aún el nivel de avance de trimestres anteriores.

Sin embargo, el sostenimiento a medio y largo plazo de las tensiones comerciales puede comenzar a hacer mella en la economía estadounidense, lo que, unido a la previsible pérdida de efecto del estímulo fiscal de cara al próximo ejercicio, ralentizaría el crecimiento del PIB.

Mientras, la economía japonesa, tras el retroceso observado durante el primer trimestre del año, volvió a ganar un mayor dinamismo durante el segundo trimestre. No obstante, sus perspectivas para los próximos meses se encuentran sujetas a un grado creciente de incertidumbre, debido a la contracción de su producción industrial y a la desaceleración de su demanda exterior neta.

Por su parte, el crecimiento del PIB en China se moderó ligeramente en el segundo trimestre de 2018, contabilizando un aumento del 6,7%, una décima inferior al registrado en los tres trimestres precedentes. Esta relantización progresiva se produce en un contexto marcado por la escalada arancelaria con EEUU y su repercusión sobre las exportaciones chinas, y en el que los resultados de los principales indicadores de actividad sugieren que el crecimiento continuará moderándose de forma acompasada.

En lo relativo a la Eurozona, los indicadores más recientes apuntan a una leve pérdida de impulso en el crecimiento durante el último trimestre, debido a factores como la incertidumbre geopolítica en algunos países de la zona, el temor ante el incremento del proteccionismo mundial o el aumento de la cotización internacional del petróleo.

Con respecto a las medidas de política monetaria, el BCE anunció en la reunión que mantuvo el Consejo de Gobierno en el mes de septiembre que va a seguir manteniendo sin variación los tipos de interés oficiales y ha ratificado la finalización gradual de su programa de compra neta de activos en diciembre de este año, reduciendo el ritmo mensual de compra a 15 mm de euros a partir del próximo mes de octubre.

Aún es pronto para adelantar cómo este cambio en la política monetaria puede afectar a las condiciones de financiación de deuda soberana en los mercados, ni de cuáles serán sus efectos sobre aquellas potencias europeas con elevados niveles de endeudamiento.

En este escenario, el Banco Central Europeo ha recortado en una décima sus previsiones de crecimiento para la Eurozona tanto para 2018 como para 2019, situándolas en el 2,0% y el 1,8%, respectivamente.

En cuanto a la economía española, el comportamiento de la inversión, el avance del consumo público y el aumento del empleo han llevado al PIB a anotar, al cierre del segundo trimestre del año, un incremento del 0,6% trimestral, aunque, en términos interanuales, experimenta un ascenso del 2,7 por ciento.

Estos datos ponen de manifiesto una desaceleración del crecimiento, cifrada en una décima en la tasa trimestral y en tres décimas en la interanual, derivada, en gran medida, de la pérdida de fuerza del consumo privado y de la evolución de un sector exterior, que vio descender las exportaciones, en un contexto condicionado por la subida del precio del petróleo y por un entorno externo menos favorable.

Esta desaceleración ya se está trasladando a los paneles de previsión, que comienzan a revisarse a la baja, tal como describe CEOE, que cifra el crecimiento para 2018 en un 2,7% (una décima menos que en la anterior revisión), al igual que el servicio de estudios de FUNCAS, que estima que nuestra economía crecerá al término del presente ejercicio a una tasa del 2,6% (dos décimas menos que la anunciada con anterioridad).

En este contexto, la economía necesita políticas conducentes a la consolidación del crecimiento económico, que den un nuevo impulso a la recuperación de la actividad de las empresas, a la inversión y a la creación de empleo, y que vayan encaminadas a una mayor eficiencia en la gestión del gasto público.

Los recientes anuncios de medidas que inciden directamente en un aumento de la presión fiscal, tales como un posible impuesto sobre las empresas tecnológicas, sobre las transacciones financieras, el incremento del impuesto sobre sociedades, el impuesto sobre los carburantes, y otros, lejos de reconducir la situación, añaden nuevas distorsiones al sistema porque generan un clima de incertidumbre que afecta a las decisiones de inversión.

Entrando a analizar los resultados del mercado laboral español correspondientes al mes de agosto, se aprecia que, a pesar de que el número de afiliados a la Seguridad Social anotó una caída mensual del 1,5%, en términos interanuales, la afiliación experimentó un incremento del 2,7%, contabilizando un total de 495.230 nuevas altas con respecto al mes de agosto de 2017.

Por su parte, el paro registrado observó en agosto un ascenso mensual del 1,5%, 47.047 desempleados más que en julio, si bien se aminora un 5,9% con respecto a agosto de 2017, 200.256 demandantes menos, hasta totalizarse 3.182.068 personas en situación de desempleo al cierre del mes.

Trasladando el estudio al ámbito de Canarias, los datos más recientes de empleo ponen de manifiesto que, aunque la afiliación a la Seguridad Social anotó un retroceso mensual del 0,8%, 6.642 afiliados menos, la comparativa interanual aprecia un crecimiento del 3,7%, 27.476 nuevas afiliaciones, la mayoría en el conjunto de los servicios, especialmente en las “Actividades Sanitarias y de Servicios Sociales” (3.464 afiliaciones más), la “Hostelería” (3.451 altas adicionales), además de las actividades comerciales (2.670 afiliaciones más).

La afiliación en la construcción también aumenta y suma 6.204 afiliados más que en el mismo mes del pasado año, además de la industria, que registró un avance interanual de 1.233 nuevas altas.

En lo relativo al paro registrado, se aprecia un ligero ascenso mensual del 0,1%, 270 parados más con respecto al mes anterior, si bien, en términos interanuales, el paro disminuye un 4,6%, 10.028 demandantes menos que en el mismo mes de 2017. Con estos resultados, la cifra total de desempleados alcanza al cierre del mes de agosto los 207.017 efectivos.

En cuanto a los indicadores de actividad y demanda, estos se mantienen en niveles similares a los registrados en el mes anterior, mientras que en lo relativo a la actividad turística, la entrada de turistas extranjeros vuelve a contraerse, en un contexto influido por la recuperación de destinos competidores como Egipto o Turquía.

Este escenario condujo a que el número de turistas procedentes del extranjero entrados por los aeropuertos a Canarias durante el mes de agosto disminuyera en 68.302 visitas, un 5,8% menos que en el mismo mes del ejercicio anterior. Con estos datos, se acumula un total de 9,1 millones de viajeros provenientes del extranjero hasta el pasado mes de agosto, 284.336 turistas menos (-3,0%) que en el mismo periodo de 2017.

Otros indicadores, como el índice de comercio al por menor, cerró el mes de julio anotando un retroceso del 1,2% interanual, aunque en términos acumulados observó un ascenso del 1,2% durante los siete primeros meses del año.

El tráfico portuario en los puertos de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, observó una caída mensual del 1,7%, mientras que, en términos acumulados, entre enero y julio apuntó un ascenso del 4,2%, lo que obedece, especialmente, a la evolución de las mercancías en tránsito, que registran un crecimiento acumulado del 10,2 por ciento.

En cuanto a la matriculación de vehículos, a pesar de evidenciar una caída mensual del 9,8% en agosto, al cierre de este último mes se apreció un repunte acumulado del 14,7% en comparación con el mismo periodo de 2017, lo que se trasladó a todos los canales de venta.

En materia de precios, a lo largo del mes de agosto, el IPC se mantuvo en Canarias en niveles moderados, registrando un leve ascenso del 0,2% mensual en las Islas, al igual que en el total nacional, donde los precios de consumo se elevaron en un 0,1 por ciento.

El aumento de los precios respondió, fundamentalmente, al repunte del 0,8% observado en el grupo “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles”; además del encarecimiento observado en “Hoteles y restaurantes” (+0,5%); y en “Transportes” (+0,3%); atemperados por la disminución de “Vestido y calzado” (-2,2%), por la temporada de rebajas; así como en Sanidad (-0,7%) y en Comunicaciones (-0,1%).

En términos interanuales, el índice general de precios ascendió un 1,9% en las Islas. Por grupos, destacaron los repuntes computados por “Bebidas alcohólicas y tabaco” (+5,5%) y “Transporte” (+5,1%), condicionado este último por el efecto del grupo especial “Carburantes y combustibles”, que se elevó un 13,8%, fruto del avance de la cotización del crudo en los mercados internacionales, que se ha encarecido un 38,5% en comparación con el mismo mes del pasado año.

Por su parte, la inflación subyacente, que descuenta el efecto de los bienes sujetos a mayor volatilidad, los productos energéticos y los alimentos no elaborados, sigue mostrando señales de estabilidad, con una elevación del 0,6% interanual en Canarias.

A la luz de estos datos, la economía canaria, aunque mantiene la trayectoria positiva de meses anteriores, especialmente en cuanto a los indicadores de demanda y empleo, necesita avanzar en políticas que contribuyan a mejorar la inversión, reorientar el gasto a partidas que incrementen la competitividad de nuestra economía y reducir la presión fiscal, evitando así efectos negativos sobre la demanda interna del Archipiélago que terminen afectando al crecimiento de los últimos ejercicios.

 

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