Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Abril 2021

17 de mayo de 2021|In Actualidad CCE

Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Abril 2021

A poco más de un mes de finalizar el primer semestre del año, la economía internacional emite ya señales de reactivación, aunque con intensidades diferentes según zonas geográficas, que se sustentan, fundamentalmente, en el impulso que ha mostrado el ritmo de vacunación y en la incidencia de los paquetes fiscales aprobados en algunas economías avanzadas.

En este sentido, los últimos indicadores PMI de actividad global ofrecen resultados notablemente favorables, adelantando la evolución positiva del sector manufacturero y los servicios.

El factor diferencial clave que está impulsando la recuperación entre los distintos países está siendo la velocidad del proceso de inmunización, destacando que los lugares que muestran una menor tasa de vacunación, deberán permanecer durante más tiempo en una fase de contención del COVID-19, lo que implica mantener medidas de restricción a la actividad y la movilidad que, en mayor o menor medida, continuarán lastrando la reactivación económica.

En cualquier caso, es importante tener en cuenta la fragilidad de las expectativas optimistas que se han generado de cara al segundo semestre del año, debido a la incertidumbre que sigue existiendo en torno a cómo evolucione la pandemia y sobre la efectividad de las vacunas ante nuevas mutaciones del virus.

En este contexto de mejoría de la actividad global, los mercados de materias primas evidencian un incremento de los precios, sobre todo en el caso de las materias primas industriales y del petróleo.

Esto ya está generado un fuerte repunte de los precios de consumo en Estados Unidos, cifrado en un 4,2% interanual, lo que trae cierto temor en los mercados financieros a que la Reserva Federal (FED) pueda considerar una pronta relajación del carácter excepcionalmente acomodaticio de su política monetaria, si bien, la autoridad monetaria considera que el alza de la inflación se debe a factores temporales, asegurando que mantendrá los estímulos durante los próximos meses, al igual que ha manifestado el Banco Central Europeo.

Atendiendo a los resultados más recientes por zonas geográficas, los últimos datos de crecimiento indican que el PIB de la economía estadounidense habría cerrado el primer trimestre de 2021 con un aumento trimestral del 1,6%, que viene a confirmar el inicio de una recuperación basada en el repunte del consumo privado, promovido por los estímulos fiscales, la retirada de muchas de las restricciones a la actividad que ha supuesto la reapertura de la economía, y el estado avanzado de la vacunación.

Aunque la actividad económica podría presentar algunos cuellos de botella, debido a diversos retrasos en las cadenas de suministros, las cifras de crecimiento están encontrando continuidad en el segundo periodo del año, lo que podría intensificarse con la aplicación de los dos nuevos planes de estímulos que prepara el Ejecutivo, dirigidos al gasto social y en infraestructuras.

En el caso de las economías emergentes, la situación resulta bastante más pesimista, habida cuenta de las mayores restricciones al acceso a la vacuna que presentan muchos de estos países.

En el caso de China, mantiene un compás completamente opuesto, mostrando una recuperación que ya parece consolidada, tras cerrar el primer periodo del año con un alza trimestral del 0,6% y acelerar de forma significativa la tasa de inmunización.

En este contexto, el Ejecutivo chino ha vuelto a centrar su atención en el saneamiento financiero, en aras de lograr una mayor solidez del sistema.

En lo que concierne a la Eurozona, ya se han dado a conocer algunos datos de crecimiento correspondientes al primer trimestre del año, y según indican, la actividad económica del Área se vio lastrada por los rebrotes del COVID-19 y la intensificación de las medidas de restricción, cerrando el primer periodo de 2021 con un descenso trimestral del PIB del 0,6 por ciento.

Este comportamiento ha sido desigual por países, destacando la caída del 1,7% apreciada en Alemania, o el retroceso del 0,4% en Italia. En sentido opuesto, Francia culminó el primer trimestre con un resultado mejor del esperado, al anotar un ascenso trimestral del 0,4%, gracias al impulso de la demanda interna y la inversión.

Pese a ello, el avance que ha experimentado recientemente el ritmo de vacunación, y la previsión de las primeras transferencias procedentes del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia del “Next Generation EU”, han generado un clima de cierto optimismo que ha llevado a la Comisión Europea a mejorar su panel de previsiones para el conjunto de la Zona del euro, estimando que el presente ejercicio culminará con un crecimiento del PIB del 4,3% (cinco décimas por encima de la anterior proyección), y del 4,4% en 2022 (seis décimas más).

En lo que respecta a España, los datos de avance de la Contabilidad Nacional Trimestral muestran que el PIB habría anotado un retroceso del 0,5% en el primer trimestre del ejercicio, en un escenario muy condicionado por la demora en el proceso de vacunación en las primeras fases del año y por la incidencia de la última ola de la pandemia y el repunte de los contagios, provocando un nuevo endurecimiento de las restricciones a la actividad y la movilidad.

Atendiendo a la evolución de los componentes del PIB, destacó la caída trimestral del 1,0% anotada por el consumo doméstico, además del descenso del 1,9% de la inversión, especialmente en el caso de la vivienda y construcción, que disminuyó un 5,2%, en comparación con el cuarto trimestre de 2020.

Por otro lado, las exportaciones se habrían aminorado un 0,1% trimestral, al tiempo que las importaciones evidenciaron una contracción del 1,3 por ciento.

En términos interanuales, el PIB del conjunto nacional experimentó una reducción del orden del 4,3%, que resulta más moderada que la anotada en el trimestre precedente, aunque es importante aclarar que el primer periodo de 2020 ya recogía parte de los efectos de la irrupción de la pandemia y de las medidas para su contención.

Por su parte, la Comisión Europea prevé que la economía española liderará el crecimiento de la Eurozona, con un alza del PIB del 5,9% en el conjunto de 2021, tres décimas por encima de lo que estimaba en su anterior informe, gracias al aumento previsto en la velocidad del proceso de inmunización, que facilitará la retirada gradual de algunas medidas de restricción a la actividad y la movilidad.

Asimismo, la Comisión estima que el PIB de nuestro país habrá recuperado, a finales de 2022, los niveles previos a la crisis sanitaria, creciendo un 6,8% en el conjunto del año (1,5 puntos más que en la anterior previsión).

Por otra parte, los datos más recientes del mercado laboral señalan que el empleo aumentó en 196.563 trabajadores en el mes de abril en el conjunto del territorio nacional, lo que implica un 1,0% más que en marzo, si bien, el número de afiliados a último día del mes aún resulta un 1,5% menor que el registrado antes de la pandemia, y en el balance de este periodo, nuestro país aún registra 289.499 efectivos menos que en febrero de 2020.

En lo que al paro registrado se refiere, el cuarto mes del año observó un descenso mensual del 0,99%, lo que supone 39.012 personas menos en paro que en el mes de marzo.

Analizando ahora las últimas cifras de la economía de Canarias, los datos de actividad que ha hecho público el ISTAC, referidos a la Contabilidad Trimestral de Canarias, indican que el PIB del Archipiélago se habría aminorado en el primer periodo de 2021 un 0,2% trimestral, la misma variación que se observó el trimestre anterior.

Por sectores, en términos relativos, destacaba el sector industrial que apuntó un retroceso del 4,4%, con respecto al periodo precedente, tras el que se situaron la construcción, cuyo VAB asociado habría disminuido un 3,2%, y la agricultura, con una pérdida trimestral del 1,4 por ciento.

Por el contrario, los servicios habrían visto crecer su VAB a razón de un 0,4%, una décima más que el ascenso registrado durante el trimestre anterior (+0,3%).

Si trasladamos la comparación a la situación que describía Canarias doce meses antes, la economía canaria habría evidenciado un fuerte retroceso del 14,2%, casi 10 puntos más que el anotado por la media del Estado (-4,3%).

Además, en lo que llevamos de pandemia, el PIB de las Islas habría experimentado una pérdida aproximada de más de 10.000 millones de euros (a precios constantes), un descenso del 23,4%, en comparación con el conjunto de 2019, frente a la caída del 11,9% que habría constatado el PIB nacional (una disminución de más de 141.000 millones), dando una clara muestra de la sensibilidad más acusada de la economía de las Islas ante la incidencia del COVID-19.

Esto también puede apreciarse en lo que respecta al empleo, dado que, pese al ligero incremento mensual del 0,8% (5.817 efectivos adicionales) anotado por la afiliación a la Seguridad Social a último día de abril, en comparación con los datos anteriores a la pandemia, Canarias evidencia un retroceso de 49.207 trabajadores, un 6,0% menos que en febrero de 2020, lo que cuadruplica el descenso observado en el conjunto del país (-1,5%).

En este periodo, los servicios continúan encabezando la caída del empleo, con 47.202 afiliados menos, destacando, especialmente, la pérdida de empleo de la actividad privada, en las ramas de la “Hostelería”, la “Actividad Comercial”, los “Transportes” y las “Actividades administrativas”, que, en conjunto, han acusado la pérdida de 53.724 afiliados a la Seguridad Social.

Este comportamiento contrasta con la evolución descrita por las ramas que tienen una mayor vinculación con el sector público, como son la “Sanidad”, la “Educación” y la “Administración Pública”, que, conjuntamente, han observado en abril de 2021 12.482 nuevas altas más que en el segundo mes de 2020.

En cuanto al resto de sectores, la agricultura constató una disminución de 1.380 trabajadores, al tiempo que la industria registró 1.201 afiliados menos que en febrero de 2020. En cambio, la construcción apreció 576 empleos más al término del pasado mes de abril.

Con respecto al paro registrado, a diferencia de la media nacional, las Islas anotaron un aumento mensual del 0,67%, lo que implica 1.873 desempleados adicionales, localizados, en gran medida, en la provincia de Las Palmas (1.289 parados más).

Por lo que se refiere a la actividad turística, las restricciones a la movilidad y las medidas de contención de la pandemia en los principales mercados emisores siguen afectando de forma determinante.

Aunque el Archipiélago registró durante el mes de abril la entrada de 6.407 visitantes más desde el extranjero que en marzo (+6,3%), en lo que va de año se han recibido casi 2,4 millones de turistas menos que el mismo periodo del pasado ejercicio (-86,4%).

En materia de precios, el IPC anotó un aumento mensual en Canarias del 1,1% en abril, fruto del ascenso de los precios de “Vestido y calzado” y del alza de la tarifa eléctrica.

En términos interanuales, los precios registraron un incremento del 1,2% en las Islas, un punto menos que el observado en el conjunto del país (+2,2%), en línea con el comportamiento de los carburantes y los combustibles que, en el Archipiélago se elevaron un 8,1% con respecto un año antes, mientras que en el conjunto del Estado lo hicieron con mayor intensidad, elevándose un 14,6 por ciento.

No cabe duda de que la coyuntura que atraviesa la economía de las Islas requiere de la aplicación inaplazable de medidas de apoyo efectivo dirigidos al tejido productivo que se traduzcan en ayudas directas para garantizar la solvencia de nuestras empresas durante este periodo, y menores cargas tributarias y burocráticas que, en momentos como los actuales, solo lastran la recuperación de nuestras empresas, porque las restricciones continúan vigentes y su actividad aún está limitada.

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