La carta de presentación es la introducción al Curriculum. De ella se desprenden las primeras nociones que el seleccionador puede tener de nosotros.
Cumple una doble función. Por un lado, suscitar el interés de la persona que va a recibir tu candidatura, para que lea tu currículum con toda la atención que se merece. Por otro lado, poner de relieve los datos específicos de tu currículum vitae que hacen de ti el candidato idóneo para el puesto. Su objetivo principal es propiciar la primera entrevista.
Existen dos tipos de cartas de presentación:
- Respuesta a una oferta de empleo: su función es incluirte como candidato en una oferta, por lo que debe resaltar tu experiencia, habilidades y formación relacionadas con el puesto.
- Autocandidatura: su función es proponerte a una empresa como futuro trabajador, por lo que debe resaltar tu experiencia, habilidades y formación relacionada con el puesto que deseas cubrir.
Recomendaciones para redactar una buena carta de presentación.
- Tiene que ser corta, ordenada, clara, directa y positiva. Siempre es mejor poner frases cortas y sencillas evitando las frases rebuscadas.
- Redacta párrafos cortos y separados y utiliza verbos de acción.
- No repitas lo que ya aparece en el currículum, sino remarca lo que consideres más destacable.
- Emplea un tono cordial y respetuoso. No tutees a alguien que no conoces.
- Utiliza el mismo papel y formato de letra que para el currículum vitae. Debe ser de calidad, de tamaño estándar y sin ningún tipo de desperfecto.
- Realiza una carta de presentación específica para cada empresa u oferta a la que nos dirigimos. Debe ser flexible en función del puesto a cubrir.
- La carta siempre se firma.
- No debe ocupar más de una hoja.
- Aunque normalmente la carta de presentación se escribe por ordenador, algunas empresas pueden pedirte que la redactes a mano. En este caso te recomendamos que sigas estos consejos:
- Asegúrate que los renglones están derechos.
- Escribe en color azul o negro.
- Deja márgenes amplios y regulares.
- La letra debe aparecer cuidada, pero sin decorarla demasiado.
- La rúbrica debe ser la que normalmente haces.
Estructura de la carta de presentación.
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