Se sientan las bases para definir los instrumentos de apoyo a los países europeos para la lucha contra el impacto del COVID-19 sobre la economía y el empleo

ANTECEDENTES:


El jueves 9 de abril, el Consejo Europeo anunció la movilización de un paquete de medidas aprobado por el Eurogrupo, por un importe de 540.000 millones de euros en forma de préstamos, y adelantó la puesta en marcha de un fondo de recuperación para la reactivación económica de la zona una vez se supere la crisis sanitaria derivada de la pandemia.

El objetivo sería que estos 540.000 M€ se dispusieran de manera inmediata para proteger a los países, los trabajadores y las empresas de la UE, suponiendo:

  • la movilización de unos 240.000 M€ procedentes del MEDE (el fondo europeo de rescate) a través de líneas de crédito para los Estados miembros,
  • otros 200.000 M€ canalizados por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para aportar liquidez a las grandes empresas y las pymes,
  • y 100.000 M€ procedentes del SURE, el fondo especial propuesto por la Comisión Europea para luchar contra el desempleo.

En los últimos días se han producido importantes avances en cuanto a los tres instrumentos en forma de préstamos preferentes acordados a principios de abril por el Consejo Europeo (el MEDE, los préstamos a través del BEI y el programa para la lucha contra el desempleo SURE); además del Fondo de recuperación para la reactivación económica de la zona una vez se supere la crisis sanitaria.

AVANCES COMUNICADOS EN LA DEFINICIÓN DE LOS INSTRUMENTOS DE APOYO.
Fondo Europeo de Rescate (MEDE)

En la tarde del 8 de mayo, los Ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona (Eurogrupo) rubricaron un acuerdo sobre las características y las condiciones que tendrá el Fondo Europeo de Rescate (MEDE), que a falta tan solo de ser aprobado por la Junta de Gobierno del Mecanismo Europeo de Estabilidad, supondría movilizar unos 240.000 millones de euros en forma de préstamos preferentes.

En un comunicado posterior emitido por el Eurogrupo, se confirmó la propuesta inicial de que cada uno de los países que lo soliciten podrán hacerlo hasta el 2,0% de su PIB, lo que en el caso de España implicaría poder solicitar hasta unos 25.000 M€ aproximadamente.

Del mismo modo, también se confirmó que la concesión de esta línea de crédito no exigirá la obligación de acometer reformas estructurales ni ninguna otra contraprestación, siendo las condiciones para su devolución especialmente favorables (a un tipo de interés del 0,115% y con un vencimiento de 10 años); si bien condicionado a que su uso sea destinado exclusivamente para financiar los costes sanitarios derivados del COVID-19, tanto directos como indirectos.

Según fue recogido también en el comunicado, el acceso al MEDE estará operativo para su aplicación a partir del próximo 1 de junio y disponible para ser solicitado hasta el próximo 31 de diciembre de 2022, contemplándose la posibilidad de ampliar su plazo en el caso de ser necesario.

FONDO SURE para el desempleo

En la mañana del 20 de mayo, ha sido publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea el Reglamento (UE) 2020/672 del Consejo de 19 de mayo de 2020 relativo a la creación de un instrumento europeo de apoyo temporal para atenuar los riesgos de desempleo en una emergencia (SURE) a raíz del brote de COVID‐19, lo que supone la puesta a disposición de los países europeos de un fondo temporal de 100.000 millones de euros que podrán ser utilizados para financiar los sistemas nacionales de protección de empleo en el contexto de la pandemia.

De este modo, los Estados Miembros de la UE (salvo al Reino Unido, que se le excluye expresamente en el Reglamento) podrán sufragar los gastos contraídos dentro de sus propios programas para amortiguar los efectos del COVID-19 sobre el empleo, como es por ejemplo el caso de los ERTE en España tras la publicación del Real Decreto Ley 8/2020, de 17 de marzo, siempre que su gasto público real se haya visto incrementado de forma repentina a partir del 1 de febrero de 2020, por efecto del COVID-19.

Según se recoge en el Reglamento, la asistencia financiera adoptará la forma de un préstamo concedido por la Unión al Estado miembro, y sus características serán las acordadas previamente a la concesión por las dos partes, ofreciéndose además la posibilidad de poder ser refinanciados total o parcialmente, reestructuradas posteriormente sus condiciones o establecerse mejoras del tipo de interés, cuando las circunstancias lo permitan y a petición del Estado miembro beneficiario.

El instrumento podrá solicitarse hasta el 31 de diciembre de 2022 y solo estará disponible una vez que todos los Estados hayan contribuido a la constitución del fondo por un importe que alcance como mínimo el 25% del total del fondo, esto es, 25.000 millones euros en aportaciones de todos los países. La contribución de cada país al fondo será en función de la participación que ostente sobre la Renta Nacional Bruta del conjunto de la Unión.

Fondo Europeo de Reconstrucción

Por otro lado, durante los últimos días también se han producido avances al respecto del futuro Fondo de Reconstrucción europeo anunciado por el Consejo Europeo el pasado 9 de abril, y sobre el que el Parlamento Europeo ha estado debatiendo durante las últimas semanas.

En este sentido, Alemania y Francia han alcanzado recientemente un acuerdo para el diseño de dicho fondo, que estaría dotado con 500.000 millones de euros, financiados dentro del próximo presupuesto plurianual de la UE y que podrían tomar la forma de subvenciones a fondo perdido y no de créditos preferentes como si ocurre en los otros instrumentos, aunque esta opción todavía no ha sido confirmada.

Los recursos obtenidos se transferirían a los estados miembros más afectados por la crisis, mutualizando de este modo los costes de la deuda de forma solidaria entre los diferentes países que conforman la UE, y haciendo un especial énfasis en aquellos proyectos que estén destinados a acelerar las transiciones ecológica y digital.

Asimismo, en la propuesta de Alemania y Francia para la configuración de este fondo se recogen medidas de carácter fiscal y que plantean incrementar la recaudación de la UE mediante la creación de un canon digital y el establecimiento de una base imponible común en el Impuesto sobre Sociedades, con el objetivo de elevar el lado de los ingresos de los presupuestos europeos.

El texto presentado por estos dos países todavía debe ser aprobado por unanimidad entre los 27 estados miembros de la UE, y será puesto a consideración del Consejo Europeo probablemente el próximo 27 de mayo, debiendo ser tenida en cuenta que la respuesta inicial sobre sus contenidos está siendo muy discutida por países como Austria, los Países Bajos o Dinamarca, cuya postura oficial sigue siendo la de que estas ayudas sean concedidas a través de préstamos y no de subvenciones.

Por último, destacar que la creación de este fondo se enmarca como el eje principal dentro de una iniciativa de mayor envergadura con la que la UE pretende hacer frente a la recuperación desde tres perspectivas.

En primer lugar, desarrollar una Estrategia de Salud, para reducir la dependencia de suministros médicos de otras zonas geográficas y evitar situaciones de desabastecimiento en productos claves como ha ocurrido en la pandemia actual, así como potenciar la investigación médica europea para ser capaces de desarrollar nuevas vacunas y tratamientos. En segundo lugar, avanzar en los proyectos recogidos dentro del conocido como el Green Deal o Pacto Verde europeo y acelerar la digitalización del área. Y, en tercer lugar, dar un nuevo impulso al Mercado Único Europeo al tiempo
que se rediseña una estrategia industrial que aumente la soberanía económica e industrial de la UE.

FUENTE:
DOUE y Gabinete de prensa del Consejo Europeo y de la Comisión Europea


Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Abril de 2020

* Puede acceder al texto íntegro del Informe a través del siguiente enlace Informe abril 2020

Los datos más recientes apuntan a que la actividad económica mundial ha experimentado una fuerte caída debido a los efectos del COVID-19 y las medidas de contención adoptadas en prácticamente todos los países del Globo, en un contexto en el que no ha existido homogeneidad en cuanto a los criterios sanitarios y económicos empleados en la toma decisiones para hacer frente a la emergencia sanitaria.

Países como China o las principales economías europeas ya han comenzado a aplicar procesos de desconfinamiento, e inician una primera fase de reconstrucción con ritmos de actividad aún muy limitados debido a las necesarias precauciones que aún deben aplicarse para evitar posibles repuntes de la pandemia, y que, sin duda, retrasará la recuperación económica.

En lo referente a los mercados financieros, la estabilización del número de contagios del coronavirus y las medidas de desescalada parecen haber conferido algo de confianza en los inversores, aunque estas primeras señales iniciales de optimismo se han visto rápidamente rebajadas por el temor a un aumento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, tras las últimas declaraciones del Presidente de EEUU que apuntan a nuevos aranceles.

Por otro lado, en cuanto a las materias primas, se prevé que a medida que se vaya recuperando la actividad productiva, pueda ir despejándose la incertidumbre que desde el comienzo de la pandemia ha llevado a reducido los precios de las principales materias primas, especialmente en el caso del petróleo que, a finales de abril llegó a situarse en torno a los 5 dólares por barril de Brent, aunque ya en el mes de mayo, ha comenzado a apreciar repuntes que han situado la cotización durante las primeras semanas sobre los 28 dólares/barril.

En este escenario, la Comisión Europea acaba de publicar su Informe de Previsiones de Primavera, en el que indica que el PIB mundial se reducirá un 3,5% al cierre del presente ejercicio, una tendencia que sería más acusada en buena parte de la economías avanzadas del mundo, especialmente en el conjunto del Área del euro donde se prevé una caída del PIB del 7,7%, como consecuencia de la fuerte contracción prevista en economías como Italia o España, donde se prevé descensos del 9,5% y del 9,4%, respectivamente.

En sus primeras estimaciones, la Comisión Europea alerta que la recuperación económica tras la pandemia no estará exenta de incertidumbre y riesgos bajistas, y que, en todo caso, será asimétrica entre los distintos países.
En este sentido, es importante destacar que el impacto del COVID-19 no ha tenido la misma intensidad en todos los lugares, ni tampoco se han tomado las mismas medidas de contención, tanto en términos sanitarios como económicos.

Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos ha aplicado medidas económicas de gran contundencia que podrían superar los 2,5 billones de dólares entre medidas fiscales, avales y otras inyecciones de liquidez, en un contexto en el que el empleo se ha visto afectado con una gran intensidad.
Así, se estima que el PIB estadounidense habría caído en el primer periodo del año un 1,2% trimestral, al tiempo que se prevé que la caída en el segundo trimestre será más intensa, dado que recogerá el efecto de la paralización de la actividad desde el mes de abril.

Por otra parte, en China, el descenso del PIB en el primer trimestre del ejercicio se habría situado en un 9,8% trimestral, siendo este el lugar donde apareció el primer caso de coronavirus y en el que antes se adoptaron medidas para su contención. Las medidas de confinamiento se han ido suavizando con el fin de reactivar la economía, y la producción y el consumo han comenzado a mostrar señales de recuperación, aunque a un nivel más lento del esperado.

En lo que concierne a la Eurozona, el desplome de la actividad ha llevado al PIB del área a experimentar un descenso trimestral del 3,8% en el primer trimestre, aunque, al igual que en el caso estadounidense, se espera que los resultados del segundo periodo del año sean más desfavorables. Las medidas de estímulo aprobadas han sido de distinta intensidad, según el país, dado que no todos tienen el mismo margen de actuación, en términos fiscales.

En este ámbito, tras las últimas reuniones del Eurogrupo, se ha anunciado que los recursos del MEDE ya estarán operativos y a disposición de los miembros de la Eurozona a partir del día 1 de junio, en forma de préstamos a un tipo de interés del 0,115% y con un vencimiento de 10 años.
Estos préstamos estarán limitados a financiar los costes directos e indirectos en el ámbito sanitario, con una cuantía máxima del 2% del PIB del país solicitante, lo que permitiría a España acceder a 25.000 millones de euros.

En el seno del Eurogrupo, también se acordó la puesta en marcha del programa SURE, para la financiación de los costes derivados de las medidas de regulación temporal de empleo (ERTEs), a falta todavía de completar su proceso de tramitación; y se informó de que la Comisión Europea presentará a finales del mes de mayo su propuesta para el fondo de recuperación de la pandemia.

Por su parte, el Banco Central Europeo prepara nuevos estímulos monetarios, a través de la mejora de las condiciones de su programa de financiación a largo plazo, conocido por las siglas TLTRO III, entre los meses de junio de 2020 y junio de 2021; al tiempo que ha anunciado una nueva serie de operaciones de financiación a plazo más largo frente a la pandemia (PELTRO), para apoyar la liquidez del sistema financiero de la Eurozona.

En otro orden de asuntos, la reanudación de las negociaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido para establecer el acuerdo comercial que rija su relación al término del periodo transitorio, ha traído un nuevo traspiés en las conversaciones, bloqueadas, en este caso, por la falta de consenso en materia pesquera y en el establecimiento de las condiciones básicas que permitan garantizar una competencia económica abierta y leal.

En lo que respecta a la economía española, a finales de abril se conocieron los datos de avance de la Contabilidad Nacional Trimestral, correspondientes al primer trimestre del ejercicio, en los que se pone de manifiesto la intensa minoración que han experimentado el consumo de los hogares (-7,5%), la inversión (-5,3%) y el sector exterior, especialmente el gasto de los no residentes, que habría caído en un 18,6%, lo que da una primera medida aproximada del impacto de la pandemia sobre los ingresos de la actividad turística.

Bajo estas condiciones, el PIB del conjunto del país experimentó una caída del 5,2% durante el primer trimestre del año, y como cabía esperar, las ramas más castigadas han sido la actividad comercial, el transporte y la hostelería, que, en conjunto, habrían observado una minoración del 10,9%; al tiempo que el VAB de la construcción también habría descendido de forma destacada (-8,1%).

En términos interanuales, la contracción del PIB español se habría situado en un 4,1 por ciento.

En este contexto, como ya hemos indicado, la Comisión Europea prevé que el PIB español registrará una disminución del 9,4% en el conjunto del año 2020, y superará la caída prevista para el conjunto del Área del euro en 1,7 puntos (-7,7%), debido al parón de la práctica totalidad de la actividad económica derivado de las fuertes medidas de confinamiento adoptadas en respuesta a la pandemia, augurando efectos negativos sobre el empleo y un aumento considerable del déficit público, que podría situarse en el 10,1% al cierre del año, tan solo superado por el que se espera que alcance Italia que superará el 11 por ciento.

Asimismo, se espera que las actividades productivas reinicien la recuperación a medida que comiencen a retirarse las restricciones aprobadas durante el Estado de Alarma, si bien, lo harán a distinto ritmo que impedirá a la economía recuperar el terreno perdido no antes de 2021.

En cuanto al mercado laboral, las cifras de afiliación a la seguridad Social a último día del mes de abril muestran que continuó destruyéndose empleo, aunque a un ritmo menor, apuntando 49.074 efectivos menos que en marzo (-0,3%); mientras que el paro registrado sigue aumentando a una velocidad elevada, con 282.891 desempleados más que el mes anterior (+7,97%).

En lo concerniente a la economía canaria, las principales cifras siguen mostrando que las Islas sufren con una mayor intensidad el impacto de la crisis sanitaria y económica, dada su mayor sensibilidad ante la paralización de las actividades relacionadas con la hostelería, el comercio, o el transporte.

En este sentido, los datos de la Contabilidad Trimestral de Canarias ponen de relieve que el PIB del Archipiélago habría registrado una caída trimestral del 6,6% durante el primer trimestre de 2020, lo que supone una caída de 1,4 puntos por encima de la registrada por el conjunto del país (-5,2%), destacando, sobre todo, la caída del 6,9% en los servicios y del 6,4% en la construcción; al tiempo que la agricultura y la industria también vieron reducir el valor de su producción un 4,4% y un 2,3% trimestral, en cada caso.

En comparación con el mismo trimestre del año precedente, el retroceso del PIB en Canarias se sitúa en un 5,9%, 1,8 puntos más que en el ámbito nacional (-4,1%).

El empleo sigue arrojando cifras negativas, registrando a último día del mes de abril una disminución de 11.494 afiliados a la Seguridad Social, un 1,5% menos que en marzo, concentrándose la caída, principalmente en los servicios (-10.904 efectivos), especialmente, en ramas como el “Comercio” (-2.827 personas), las “Actividades administrativas” (-1.540 trabajadores) y la “Hostelería” (-1.307 afiliados), en un contexto en el que la Construcción apuntó un alza de 329 nuevas altas en comparación con el mes de marzo, fruto de la tenue reanudación de la actividad del sector durante el mes de abril.

El paro registrado continúa ofreciendo en Canarias peores resultados que a nivel nacional, anotando un aumento del 12,01% (+27.347 desempleados).
En este sentido cabe destacar que los ERTEs han constituido una herramienta esencial para mantener el empleo durante el periodo de inactividad, tramitándose hasta el pasado 9 de mayo (datos provisionales) 28.264 expedientes, que afectan a un total de 203.758 trabajadores en las Islas, lo que supone más del 26% de los trabajadores afiliados en Canarias.

Desde el inicio del estado de alarma, las ramas más afectadas por el frenazo de la actividad han sido la “Hostelería” y el “Comercio”, que, en conjunto, han concentrado el 56,7% de los ERTEs solicitados, debido a su mayor interrelación con el turismo y el consumo.

En este sentido, el parón del sector turístico, como consecuencia de la pandemia y las medidas para su contención, también puede observarse si analizamos la llegada de turistas extranjeros a Canarias entre los meses de enero y abril, que han acumulado un total de 2,8 millones de visitantes, 2,1 millones menos que en los cuatro primeros meses de 2019 (-43,0%).

En materia de precios, el estancamiento del consumo ha llevado al IPC a mantenerse en valores moderados durante el mes de abril, anotando un leve incremento del 0,4% mensual en las Islas, si bien, en términos acumulados la inflación aún se mantiene en valores negativos con una caída del 0,2 por ciento en los cuatro primeros meses del año.

El contexto actual, en el que pese al inicio de la desescalada la actividad económica aún permanece estancada, precisa de la aplicación de medidas de apoyo en el ámbito de todos los sectores económicos, que aseguren la supervivencia de nuestro tejido productivo y le permitan iniciar la recuperación con todas las garantías, hasta retomar la senda del crecimiento.

Para ello, es importante, de un lado, mantener y agilizar el acceso a la liquidez a las empresas y autónomos en estas circunstancias adversas, y, de otro, mantener las medidas de flexibilidad interna en el mercado laboral como los ERTEs que han evitado la destrucción de empleo, adecuándolas a un ritmo de reactivación de la economía que será lento y gradual, y prolongarlas, al menos, hasta el mes de diciembre de 2020.

class=wp-image-23953

Los precios suben en Canarias un 0,4% durante el pasado mes de abril

  • A escala nacional, el IPC anota un aumento del 0,3%, una décima menos que en las Islas.
  • En términos interanuales, los precios en Canarias también se incrementaron un 0,4%, mientras que en el conjunto del país se redujeron un 0,7 por ciento.
  • La inflación subyacente creció un 1,1% mensual en Canarias y en el total nacional.

Antes de comenzar con nuestro
análisis del IPC, se debe indicar que el INE ha informado que los datos del mes
de abril han sido recopilados mediante una nueva metodología específica, como
respuesta a las dificultades encontradas en el muestreo tras la declaración del
estado de alarma y las medidas de confinamiento en nuestro país, en especial en
la recopilación de precios de servicios no disponibles para el consumo como
determinados servicios de hostelería, servicios de alojamiento, ocio y otros.

Sentada esta premisa, los datos
publicados en la mañana de hoy por el INE, indican que el IPC en el Archipiélago aumentó un 0,4% durante el pasado mes de abril, una
décima más que en el conjunto del país, donde los precios se elevaron un 0,3%
en el último mes, confirmando así el estancamiento que todavía continúa
afectando a la demanda interna.

El tímido avance observado durante
el mes de abril responde, principalmente, al incremento que experimentó el
grupo “Vestido y calzado” cifrado en un 11,7% en las Islas, 1,4 puntos por
encima de lo que lo hizo a escala nacional (+10,4%).

El resto de los grupos de bienes y
servicios que conforman el índice mostraron avances muy moderados o caídas en
los precios.

Este es el caso del grupo
“Transporte” que durante el pasado mes de abril volvió a registrar un nuevo
descenso en Canarias, cifrado, en esta ocasión, en un 1,6 por ciento, frente al
descenso del 3,3% que mostró este mismo grupo en el conjunto nacional, en un
contexto que sigue condicionado por la evolución a la baja del grupo especial
“Carburantes y combustibles”, que se redujo en ambos territorios, aunque con un
carácter mucho más contenido en las Islas (-4,7%) que en el total nacional
(-7,6%).

También descendieron los precios de
los bienes y los servicios relacionados con la “Vivienda, agua, electricidad,
gas y otros combustibles”, con una disminución del 1,3%, por el nuevo
abaratamiento de la electricidad en el último mes (-4,7%); seguido de los
grupos “Comunicaciones” y “Bebidas alcohólicas y tabaco”, cuyos precios
registraron una disminución del 0,2%, en ambos casos.

En cuanto al resto de los grupos que conforman el Índice General de Precios en Canarias, estos registraron aumentos muy moderados o permanecieron invariables, siendo a destacar el crecimiento observado en “Ocio y cultura” (+1,0%); en “Muebles y artículos del hogar” (+0,7%), y en “Restaurantes y hoteles” (+0,5%).

class=wp-image-25053/

Con respecto al dato de hace un año, el IPC anotó
también un incremento del 0,4% en las Islas
, y en sentido contrario al
comportamiento observado en el ámbito nacional, donde los precios se redujeron
un 0,7 por ciento.

Este comportamiento diferenciado respondió principalmente a la evolución del grupo “Transporte”, cuyos precios en Canarias se redujeron con mucha menor intensidad (-0,2%) que en la media nacional (-6,8%), debido a que al igual que en la comparativa mensual, los “Carburantes y los combustibles” también se redujeron con un carácter mucho más moderado en las Islas (-3,1%) que en el total nacional (-16,2%).

class=wp-image-25054/

Atendiendo al resto de grupos, destacó
el aumento contabilizado por “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, que se
incrementaron con respecto a abril de 2019 un 2,9% en Canarias y un 4,0% en el
conjunto del Estado.

En cambio, descendieron los precios
en el grupo de servicios relacionados con “Vivienda, agua, electricidad, gas y
otros combustibles”, con una caída interanual del 4,6%, debido al descenso del
17,1% del subgrupo “Electricidad, gas y otros combustibles”.

En este contexto, la inflación
acumulada permanece por cuarto mes consecutivo en terreno negativo, cifrando un
retroceso hasta abril del 0,2% en las Islas y del 1,2% en el conjunto del país.

Por su parte, la inflación subyacente, que descuenta el efecto sobre los precios de los componentes más volátiles, estos son, los productos energéticos y los alimentos no elaborados, contabilizó en el Archipiélago un incremento del 1,1% mensual, y acumula una avance de 0,5% en lo que va de año.

class=wp-image-25055/

Los datos de abril muestran una fuerte destrucción de empleo y un incremento del paro en Canarias

  • La afiliación media a la Seguridad Social en las Islas desciende un 4,87% mensual (38.831 trabajadores menos), y un 6,27% interanual (50.776 afiliados menos), hasta situarse en los 759.346 afiliados.
  • El paro registrado en el Archipiélago experimenta un ascenso mensual del 12,01% (27.347 parados más), mientras que en el conjunto del país se incrementa un 7,97% (282.621 desempleados adicionales).
  • En términos interanuales, el paro aumentó en Canarias a razón de un 22,81%, 47.367 desempleados más que en abril de 2019.

Como se esperaba, los datos publicados en
la mañana de hoy por la Seguridad Social apuntan a una caída de la afiliación media en Canarias, que
registra un retroceso con respecto al
pasado mes de marzo del 4,87%,
esto es, 38.831 trabajadores menos inscritos
en el Sistema que en el mes anterior, y 20.753 afiliados en la provincia de Las
Palmas.

Aunque estos datos se publican en términos
de media mensual, y por tanto se incorporan en la comparación los datos de
afiliación que se registraba durante la primera mitad del mes marzo, lo cierto
es que estas cifras evidencian una caída más acusada del empleo en Canarias que
la registrada en el contexto nacional, donde la afiliación se redujo un 2,88%, equivalente
a 548.083 afiliados menos, en términos medios.

De este modo, Canarias se sitúa como la
región que más empleo destruyó durante el último mes, seguida de Andalucía,
cuya afiliación media se contrajo un 4,0% (123.259 trabajadores menos) y por la
Comunidad Valenciana, que lo hizo en un 3,82% (72.416 afiliados menos),
mientras que el resto de comunidades cifraron caídas inferiores al 3,0 por
ciento.

Diferenciando por sectores, todas las actividades productivas habrían destruido empleo durante el pasado mes de abril, si bien resultó especialmente intenso en los servicios, donde se concentró aproximadamente el 82,0% de la caída de la afiliación, con 31.653 afiliados menos, especialmente en las ramas de la “Hostelería” (-10.760 trabajadores menos) y del “Comercio” (-6.404 efectivos menos), seguidos por la Construcción (-4.912 empleados menos) y las “Actividades administrativas y de servicios auxiliares” (-4.192 individuos menos).

class=wp-image-25043/

Con respecto al dato de abril de 2019, Canarias anotó un descenso de la afiliación media del 6,27%, que se traduce, en términos absolutos, en 50.776 efectivos menos en situación de alta laboral en el Archipiélago, hasta los 759.346 trabajadores.

class=wp-image-25044/

Estos resultados se produjeron en un
contexto en el que, según los últimos datos publicados por el Servicio Público
de Empleo Estatal, el paro registrado en
Canarias habría contabilizado un notorio incremento del 12,01% mensual
(27.347
desempleados más que en marzo) y del
22,81% interanual
(47.363 demandantes más).

De este modo, el número de parados en Canarias se sitúa al cierre del
mes de abril en las 254.981 personas en situación de desempleo.

Sectores

Por sectores, el aumento mensual más destacado del paro se registró en el conjunto de los servicios, con un incremento de 22.549 parados (+12,90%), seguido por la construcción, que se elevó en 2.941 desempleados (+12,55%), la industria, que lo hizo en 981 efectivos (+11,07%) y la agricultura, cuyo desempleo se incrementó en 465 parados (+10,06%). Del mismo modo, el colectivo “Sin Empleo Anterior” observó un repunte de 411 inscritos más como demandantes de empleo (+2,59%) con respecto al pasado mes de marzo.

class=wp-image-25045/

En términos interanuales, el paro
registrado también se incrementó de forma destacada en los servicios, anotando 40.148
desempleados más que en abril del ejercicio precedente (-25,53%) y en la
construcción, con 5.920 parados adicionales (-28,94%).

A estos ascensos le siguieron los contabilizados
por la industria, donde se registraron 1.901 efectivos más en situación de
desempleo (-23,94%); y por la agricultura, que observó un aumento de 423
demandantes (-9,07%). Por el contrario, el colectivo “Sin Empleo Anterior” experimentó
un descenso de  1.029 parados (+1,61%)
con respecto al dato del mismo mes del año anterior.

En cuanto a la afiliación a la Seguridad
Social, los datos correspondientes a la media del mes de abril muestran un significativo
retroceso mensual en Canarias de 38.831 efectivos (-4,87%), que se fundamentó,
principalmente, en el sector de los servicios, que se redujeron en el último
mes en 31.653 trabajadores menos, debido, principalmente, al descenso observado
por la “Hostelería”, con 10.760 afiliaciones menos que en marzo y el
“Comercio”, que redujo su afiliación media en 6.404 afiliados menos.

Del mismo modo, la construcción también
redujo de manera notable su dato de afiliación en el último mes, con 4.912
trabajadores menos, la industria lo hizo en 1.309 afiliados y la agricultura en
957 efectivos menos con respecto al dato de marzo.

En comparación a hace un año, la caída de la afiliación media en las Islas también se fundamentó especialmente en la evolución de los servicios, apreciándose un destacado retroceso de 40.057 afiliados (-5,80%), sobre todo en la “Hostelería”, donde se observan 10.575 afiliaciones menos, en la actividad comercial, con 8.357 afiliaciones menos que en abril de 2019, y en las “actividades administrativas y de servicios auxiliares”, con 6.929 trabajadores menos que hace un año.

class=wp-image-25046/