Según los datos que acaba de hacer públicos el Instituto Nacional de Estadística, los precios en Canarias experimentaron un avance del 0,1% durante el pasado mes septiembre, una décima menos de lo que lo hicieron en el conjunto del territorio nacional, donde registraron un incremento del 0,2 por ciento.

Las principales claves de esta evolución durante el último mes radican en el efecto que sobre los mismos han tenido la finalización del periodo de rebajas, el encarecimiento del consumo de electricidad y el inicio del periodo escolar.

Estos factores explican que los grupos donde más se han incrementado los precios en comparación con el mes de agosto sean, precisamente, “vestido y calzado”, donde se ha observado un incremento mensual del 6,6%; “vivienda”, con un avance del 1,4%; y en el grupo “enseñanza”, donde se ha apreciado un incremento de los precios del 0,5 por ciento.

También aumentaron los precios, aunque en menor intensidad, en “bebidas alcohólicas y tabaco” y en alimentos y bebidas no alcohólicas, registrando, en estos casos, avances del orden del 0,3% y del 0,1%, respectivamente.

Por el contrario, en el resto de los grupos que conforman el índice, destacan las reducciones observadas por “ocio y cultura” y “hoteles, café y restaurantes”, donde la finalización de la época estival ha motivado una caída en los precios que alcanzan el 2,2%, en el primer caso y un 0,9%, en el segundo.

Los precios caen también en el conjunto de bienes y servicios relacionados con el “transporte”, aminorándose un 0,8% en comparación con los datos del mes de agosto anterior en un contexto de menor valoración de los combustibles, por la caída de la cotización internacional del petróleo.

En términos interanuales, y comparando los precios del pasado mes con los registrados hace un año, la inflación en Canarias se mantiene aún en terreno negativo al registrar un descenso relativo del 1,0%, más intensa que la estimada para el conjunto del territorio nacional, donde la inflación interanual cae un 0,2 por ciento.

En Canarias, las caídas interanuales más intensas continúan afectando a las “Comunicaciones”, con una reducción de los precios del 5,9%, así como en “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, donde se ha apreciado un descenso del 3,1 por ciento. En relación con este último grupo, destaca la menor intensidad con que caen los precios de Alimentos y bebidas no alcohólicas” en el conjunto del territorio nacional, donde la disminución alcanza el 0,8 por ciento, lo que explica en buena medida la caída más moderada del índice general a escala nacional.

A los descensos citados le siguen los experimentados por “Ocio y cultura”, donde se aprecia una caída relativa del 2,4%, por “Vestido y calzado”, con un retroceso del 1,9%; y “Menaje”, donde los precios resultaron un 1,7% inferiores a los registrados hace un año.

Asimismo, caen los precios del grupo “Transporte”, tanto en Canarias (-0,2%) como en el conjunto del Estado (-1,0%), en respuesta al abaratamiento que han comenzado a mostrar los precios de los combustibles en un contexto en el que la cotización del crudo en los mercados internacionales observa una tendencia a la baja.

En el sentido contrario, la inflación ha continuado aumentando en “Bebidas alcohólicas y tabaco”, que vuelve a destacar como el grupo más inflacionista con un avance interanual del  5,4 por ciento, en un contexto de incremento de la imposición de las labores del tabaco seguido de “Vivienda”, cuyo aumento alcanza el 2,2% en Canarias, debido en este caso al encarecimiento observado por la energía eléctrica.

En cuanto al resto de los grupos, suben los precios en “Enseñanza” y en “Hoteles, cafés y restaurantes”, con avances del 1,0% y el 0,6%, respectivamente.

A la vista de estos resultados, la inflación en Canarias continúa mostrando un carácter moderado y aunque cabe esperar que cristalicen efectos estacionales tradicionalmente alcistas que suelen producirse en los últimos meses de cada año, se mantienen las previsiones de moderación, en coherencia con la evolución de la demanda interna, en gradual recuperación pero aún débil, y la evolución a la baja de los combustibles, con gran repercusión sobre los precios finales de consumo.