Persisten los efectos adversos en Canarias, en un contexto marcado por los ajustes presupuestarios

12 de abril de 2012|In Actualidad CCE

Durante el primer trimestre de 2012, la información disponible apunta a que la actividad económica global parece afianzar una moderada senda de crecimiento con un carácter ligeramente más estable, si bien con evidentes síntomas de fragilidad, que no permiten afirmar aún el inicio de la ansiada recuperación.

Esta relativa mejora a escala internacional es recogida por la OCDE, que actualiza sus previsiones para los países integrantes del G-7, pronosticando que el crecimiento conjunto de estas economías ganará mayor firmeza durante los próximos meses; eso sí, a distintas velocidades.

La OCDE plantea un escenario en el que países como Canadá o Estados Unidos avanzarán con mayor robustez, cifrando aumentos superiores al 2,5% en ambos casos; mientras que los estados englobados en la Eurozona (Alemania, Francia e Italia), tras el crecimiento negativo (-0,4%) registrado conjuntamente durante el primer trimestre de 2012, se prevén inicie una tenue senda de recuperación en el segundo trimestre, beneficiada por los mejores resultados esperados para Alemania.

Sin embargo, advierten que esta recuperación permanecerá frágil y en niveles muy bajos, amenazada por diversos factores, como son los mayores aumentos del precio del petróleo, la moderación del crecimiento en las economías emergentes y una sustancial desaceleración en el avance del comercio mundial.

En lo que respecta al conjunto de la Eurozona, se ha confirmado que el PIB de esta área se contrajo en un 0,3% durante el cuarto trimestre de 2011, como consecuencia de la disminución tanto de la demanda interna como de las exportaciones, debida esta última al significativo debilitamiento de la demanda mundial. En el conjunto del año, el PIB de la zona del euro creció un 1,5%, frente al 1,8% de 2010.

Este crecimiento, menor de lo esperado, junto con la persistencia de riesgos a la baja, derivados de posibles tensiones futuras en los mercados de deuda soberana y nuevas subidas en los precios de las materias primas, ha supuesto que el BCE haya revisado a la baja, en sus últimas previsiones de marzo, su rango del PIB estimado para la Eurozona, situándolo entre el -0,5% y el 0,3% para 2012; y entre el 0,0% y el 2,2% para 2013.

Con tales perspectivas, el BCE se alinea en la misma postura que la mayoría de los organismos económicos mundiales, si bien cabe destacar que resultan ligeramente más optimistas que las estimadas tanto por la Comisión Europea como por el Fondo Monetario Internacional, cuyas últimas previsiones para 2012 anunciaban una contracción interanual del PIB de la Eurozona, del -0,3% y el -0,5%, respectivamente.

En cuanto a España, los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral del último trimestre de 2011, evidencian un retroceso del PIB del -0,3% intertrimestral, que, según revela el Banco de España, parece pueda agudizarse dado el comportamiento negativo de la mayoría de los indicadores económicos durante los primeros meses del año.

En esta línea, el ejecutivo español ha previsto que, de cara al final de 2012, España cierre el ejercicio con un retroceso del -1,7% del PIB; debido al escenario económico de nuestro país, condicionado por la falta de crédito, la caída de la demanda interna y sus consecuencias sobre el mercado laboral, así como por la necesidad de seguir saneando los balances tanto del sector público como del privado.

En este contexto tan complejo para la economía española, ha sido presentado recientemente el Proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado 2012, en donde, en palabras del Gobierno, se realiza un importante esfuerzo en el control del gasto, así como se implementan medidas fiscales transitorias, con el objetivo de cumplir el compromiso recientemente adquirido de reducir el déficit público desde el 8,5% de 2011, hasta el 5,3% para 2012.

En términos generales, los Presupuestos, que actualmente se encuentran en fase de tramitación parlamentaria, recogen notables recortes en la mayoría de las partidas de gasto, salvo en las clases pasivas, que suponen el 54% sobre las políticas de gasto presupuestadas (311.828,85 M€), y en los gastos financieros, en cuyo caso alcanzan los 28.876,03 millones de euros, es decir un 5,3% más que en los PGE 2011. Al total presupuestado se añaden los fondos destinados para amortizar la deuda en 2012, que ascenderán a 50.000 millones de euros.

En el caso particular de Canarias, entre las partidas más afectadas por estos recortes se encuentran las relacionadas con la inversión pública estatal, que se minoran por un valor aproximado de 320 millones de euros. Ello implicaría una inversión per cápita que, aún incluyendo el volumen de inversión estatal recogido a través de Convenios firmados con nuestra comunidad, dista llamativamente del dato promedio estimado para el conjunto del Estado.

Se trata de una realidad contraria a lo estipulado en el artículo 96 de la Ley 20/1991, de 7 de junio, de modificación de los aspectos fiscales del régimen económico fiscal de Canarias, donde se reconoce que las inversiones estatales ejecutadas en Canarias durante cada ejercicio, no sean inferiores al promedio que corresponda para el conjunto de las Comunidades Autónomas.

Del mismo modo, se acoge con preocupación el recorte adicional en materias como la Sanidad o la Educación, que prevén sea superior a los 10.000 millones de euros, y, que a falta de concretarse aún en los respectivos presupuestos autonómicos, afectará proporcionalmente a Canarias.

Los recortes, necesarios para atender los compromisos ineludibles de déficit con nuestros socios europeos, deben conjugarse con el mantenimiento de elementos de compensación inherentes a nuestra condición ultraperiférica. Además, tras haber cumplido el objetivo de reducción del déficit fijado en el 1,3% para 2011 a las Comunidades Autónomas, estos recortes pudieran agravar, en gran medida, las situación económica y social de Canarias.

En materia de empleo, los datos facilitados por los Servicios Públicos de Empleo reflejan un nuevo incremento del paro registrado durante el pasado mes de marzo, tanto en el total nacional como en el ámbito de Canarias.

Así, conforme a los datos del SPEE, se constata un balance de 4.750.867 desempleados en el conjunto nacional, que supone un avance relativo del 0,8%, equivalente a 38.769 parados más que en el mes anterior.

Asimismo, en lo que respecta a Canarias, se registra una subida mensual del desempleo durante marzo, en este caso del 1,7%, que en términos absolutos supone un aumento de 4.801 efectivos en comparación con el mes anterior, situando la cifra total de personas paradas en el Archipiélago en los 283.699 demandantes.

Desagregando el dato por sectores, se observa que en Canarias todas las ramas productivas cifran un aumento mensual en el número de desempleados, resultando especialmente significativo este avance en las actividades relacionadas con los servicios. De esta forma, los datos de paro de marzo reflejan un incremento en los servicios del 1,9%, que eleva el dato en 3.739 nuevos desempleados; seguido del colectivo sin empleo anterior, donde se contabiliza un aumento del 5,8%, esto es, 833 parados más.

A estos ascensos le siguieron los observados en la agricultura, donde se registran 132 desempleados más, para un avance del 2,3% en comparación con el mes anterior; en la industria, que cifra un avance del 0,5%, equivalente a 72 parados nuevos; y en la construcción, en donde el número de desempleados se eleva en 25 personas, lo que supone un leve repunte relativo del 0,1 por ciento.

Este nuevo avance del paro registrado no oculta la compleja situación en que continúan sumidas tanto la actividad como el empleo de las Islas, en un escenario dominado por la falta de crédito y la debilidad de la demanda, altamente condicionada por la fragilidad del consumo y la inversión, en el que no se prevén cambios sustanciales en el corto plazo, y que, además, se encuentra supeditado a la evolución del contexto económico internacional.

La difícil coyuntura económica que atraviesa Canarias tiene su reflejo en los resultados computados tanto en lo que respecta a la demanda como a la oferta del Archipiélago, si bien deben destacarse los buenos resultados que mantienen algunos sectores, como el turístico y el portuario, que contrastan con el comportamiento negativo en el que pemanecen la inmensa mayoría de indicadores.

En el primer caso, las estadísticas facilitadas por AENA constatan la favorable trayectoria que continúa describiendo la actividad turística durante los dos primeros meses de 2012, donde se evidencia un nuevo ascenso acumulado en la afluencia turística a nuestro territorio del 2,5%, respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.

De manera similar, las estadísticas de ocupación turística que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), reflejan una cifra de turistas alojados en Canarias de 1.837.272 personas hasta el mes de febrero, lo que supone un aumento acumulado del 3,5 por ciento. Este ascenso puede extrapolarse tanto al sector extrahotelero como al hotelero, donde se evidencian un aumento en el número de estancias del 10,4% en los apartamentos turísticos, frente a un incremento más moderado, del 0,5%, en los hoteles.

Además, atendiendo a la Encuesta de Gasto Turístico que elabora EGATUR, constatamos que este incremento de las visitas foráneas a nuestra Comunidad parece haber repercutido en un mayor desembolso de los turistas en Canarias, que se configura como la primera región receptora del gasto en destino, con un incremento acumulado hasta febrero del 7,6%, favorecida especialmente por la buena evolución del mercado alemán en las Islas.

Por su parte, el tráfico total del conjunto de los puertos adscritos a la provincia de Las Palmas acumula un total de 4.018.186 toneladas hasta febrero de 2012, lo que incrementa en un 6,2% el dato acumulado durante el mismo periodo de 2011, beneficiada por el mayor tráfico internacional transitado por el Puerto de Las Palmas.

No obstante, como hemos señalado, el resto de los indicadores de oferta y demanda no muestran resultados tan favorables. De esta forma, desde el lado de la oferta, se observa que el Índice de Producción Industrial en Canarias decrece, en términos interanuales, en un -0,3%, mientras que la producción bruta de energía eléctrica aprecia una caída del -10,5 por ciento.

En cuanto al consumo, el Índice de Comercio al por Menor mantiene la trayectoria interanual negativa iniciada en abril de 2011, anotando un nuevo retroceso del -2,7% durante febrero, mientras que las matriculaciones de vehículos en las Islas contabilizan igualmente un descenso interanual, estimada en torno al -23,8%, en comparación con febrero del año anterior.

Los resultados expuestos vuelven a poner de relieve las significativas dificultades que confronta nuestra economía, altamente condicionada por la fragilidad de la demanda interna, y en donde el mercado laboral carece aún de los incentivos necesarios para su recuperación. Estos factores limitan significativamente la reactivación económica, tanto en el conjunto nacional como en el Archipiélago.

En este contexto, los recortes públicos, la falta de crédito, el clima internacional incierto o las dudas sobre España-cuyo diferencial vuelve a superar los 400 puntos y el índice Ibex-35 se sitúa por debajo de los 7.500 puntos- no contribuyen a la mejora de la situación a corto plazo. Se trata de un escenario en donde adquiere gran relevancia la definitiva asignación presupuestaria del Estado y la defensa de nuestros intereses en la futura renovación del REF, como elemento indispensable de compensación e incentivo para el desempeño de cualquier actividad económica en Canarias.

Puede acceder al texto íntegro del Informe, a través de Informe mensual de Coyuntura marzo 2012

 

INFORME DE COYUNTURA SOCIOECONÓMICA. MARZO 2012

CONCLUSIONES

 

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