La economía canaria, a la expectativa del efecto de las reformas estructurales

15 de marzo de 2012|In Actualidad CCE

INFORME DE COYUNTURA SOCIOECONÓMICA FEBRERO 2012

CONCLUSIONES

 

Tras moderar su ritmo de crecimiento durante el segundo semestre de 2011, la actividad económica mundial vuelve a apreciar signos de estabilización; eso sí, en un contexto en el que las perspectivas de crecimiento de las economías avanzadas continúan limitadas, mientras que el avance de las economías emergentes permanece relativamente dinámico, a pesar del debilitamiento reciente de su demanda tanto interna como externa.

Por un lado, se advierte que la ralentización que experimenta el crecimiento de las economías avanzadas se produce de manera desigual entre sus regiones, ya que mientras economías como la europea y la japonesa retroceden en el cuarto trimestre de 2011, otras, como la economía de Estados Unidos, describen un comportamiento más favorable, que refleja que su recuperación continúa ganando pulso.

Mientras, el dinamismo que vienen describiendo las economías emergentes se ha visto afectado por las inestabilidades de los mercados financieros, como resultado de la persistencia de la crisis de deuda en Europa, así como por el descenso del volumen de sus exportaciones, en un marco en el que la demanda mundial se desacelera.

A este respecto, cabe destacar las menores expectativas de  crecimiento del gobierno chino para 2012, que apuntan al 7,5% interanual (el menor avance en ocho años), de manera que pretenderán basar su crecimiento exclusivamente en la evolución de la demanda interna y reducir así su dependencia a las exportaciones.

Es sin duda en el ámbito de la Zona del euro donde se concentra el mayor foco de incertidumbre, tal y como lo han podido reflejar las nuevas perspectivas para dicha área, que adelantan una nueva recesión para el año 2012.

Así lo han confirmado las nuevas previsiones económicas intermedias de la Comisión Europea, que señalan una contracción interanual del PIB de la Eurozona del -0,3%, y un crecimiento nulo (0,0%) para el conjunto de la Unión Europea, lo que supone una revisión a la baja de estas previsiones de 0,8 y 0,6 p. p., respectivamente, respecto de la publicación de otoño.

La revisión de las previsiones en Europa responden a factores como el descenso mayor de lo esperado del PIB de la Zona euro en el último trimestre; la persistencia de las tensiones en los mercados de deuda soberana y sus efectos en las condiciones del crédito; y la caída del volumen de las exportaciones europeas, a raíz del debilitamiento del crecimiento de la demanda mundial.

Como nota positiva, cabe señalar la aprobación por parte del Eurogrupo del segundo rescate financiero de Grecia el pasado 21 de febrero, lo que, junto con los avances en el pacto fiscal, el fondo de estabilidad de los países miembro o la inyección del BCE de garantizar la liquidez del sistema financiero europeo para los próximos 3 años, sienta las bases necesarias para mejorar la confianza de los inversores internacionales respecto al área del euro.

Además, la decisión del BCE, que supone monetizar la deuda de los países miembro, tendrá efectos sobre el tipo de cambio del euro, que podría depreciarse hasta alcanzar un tipo de cambio de equilibrio que se situó en valores cercanos a la paridad del poder adquisitivo a ambos lados del Atlántico, en el entorno del 1,20$/€.

No obstante, el actual escenario sigue condicionado por las estrictas medidas fijadas por la ley de estabilidad presupuestaria, obligando a algunos de los países miembros a solicitar la corrección de su déficit excesivo con el fin de no obstaculizar la reactivación del crecimiento económico.

Entre ese grupo de países se encontraba España, que con un objetivo inicial de déficit para 2012 situado en el 4,4%, consiguió, gracias a sus esfuerzos en materia fiscal y a la implementación de reformas estructurales, una reducción por parte del Consejo de Asuntos Económicos y Financieros (Ecofin) de su objetivo de déficit para 2012 de hasta el 5,3%, si bien debe mantener la meta del 3% marcada en el Pacto de Estabilidad para el ejercicio 2013.

Factores como la revisión al alza del déficit hasta el 8,5% en 2011, o las previsiones de una evolución económica más desfavorable para 2012, han sido los principales motivos que han conducido al gobierno español a solicitar un nuevo límite de déficit, dada además la existencia de un contexto más negativo de lo esperado en las previsiones de crecimiento para el próximo año.

Todo ello ha sido contemplado por la Comisión Europea, quien en sus previsiones intermedias publicadas en el mes de febrero, revisa sus estimaciones a la baja respecto a las publicadas el pasado mes otoño, apuntando a que la caída del PIB español en 2012, alcanzará el -1,0 por ciento.

Con un matiz más negativo, y en consonancia con otras instituciones como el FMI, la Fundación de Las Cajas de Ahorros espera un empeoramiento de estas previsiones, estimando una caída del PIB nacional del -1,7% para 2012, mientras que para 2013, prevé un moderado recobro de tasas trimestrales positivas, de manera que para el conjunto del año el crecimiento anual pudiera alcanzar una tasa del 0,2 por ciento.

En cuanto a las previsiones para el empleo, esta Institución también ajusta a la baja sus estimaciones anteriores, estimando una caída para 2012 del -3,4%, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo; y del -0,8% para 2013. Asimismo, espera que la tasa de paro media anual siga aumentando hasta el 24,2% y 24,5%, en 2012 y 2013, respectivamente.

En cualquier caso, las perspectivas dependerán del reestablecimiento del crédito, aunque se espera que la flexibilización introducida en el mercado laboral español contribuya a reforzar la confianza en nuestra economía y a la futura mejora del empleo.

Y es que la recuperación del empleo es uno de los principales retos que debe asumir nuestro país, tal y como se pone de manifiesto en los datos de paro registrado más recientes, facilitados por los Servicios Públicos de Empleo para el pasado febrero, que cifraron en 4.712.098 los desempleados en el conjunto nacional, lo que significa un repunte del 2,44% mensual, equivalente a 112.269 parados más que en el mes anterior.

Esta tendencia creciente del desempleo coincide con el último dato para Canarias, donde también se registra una nueva subida mensual, del 1,79% durante febrero, lo que en términos absolutos supone un incremento de 4.915 efectivos en comparación con el mes anterior, de manera que la cifra total de personas desempleadas en el Archipiélago asciende hasta los 278.898 efectivos.

Bajo la perspectiva sectorial, se constata que el desempleo en Canarias se incrementó de manera generalizada, aunque con distinta intensidad, en todos los sectores de actividad durante febrero. Entre ellos, destacan los servicios, con un avance absoluto del desempleo de 3.582 efectivos, lo que implicó un ascenso relativo del 1,89%, tras la finalización de las rebajas, que incide sobre las cifras de desempleo de la rama del comercio.

En la misma línea, el colectivo “sin empleo anterior” muestra un notable avance mensual de 712 desempleados, equivalente, en términos relativos, a un crecimiento del 5,19%; mientras que la construcción también registra un aumento del desempleo, si bien de manera moderada, al incrementarse en un 0,60% mensual (310 demandantes más).

Por su parte, la industria contabilizó 305 inscritos nuevos, lo que en términos relativos supone un aumento del 2,32 por ciento, y finalmente, la agricultura mantiene prácticamente invariable su bolsa de desempleo con un incremento del 0,1% interanual.

Este escenario, dominado por la debilidad del consumo y de la inversión en las Islas, no vislumbra unas perspectivas  favorables para la evolución del empleo en el corto plazo, si bien, como se ha comentado, cabe esperar que los mercados acojan de forma positiva las recientes reformas, especialmente las acometidas en los mercados financiero y laboral, que en cualquier caso, se encontrarán supeditadas a la evolución del contexto económico internacional.

Se trata, por tanto, de una difícil coyuntura económica que  se refleja tanto en la demanda agregada del Archipiélago, como en la oferta, con la excepción de la buena trayectoria que continúan describiendo algunos ámbitos como el portuario o el turístico.

Prueba de ello es la buena evolución del turismo durante el pasado mes de enero, que anotó un nuevo ascenso interanual en la afluencia turística estimada, según los datos de AENA, en el 5,62% respecto al mismo mes del ejercicio anterior.

En esta misma línea se muestran las estadísticas de ocupación turística publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que reflejan una cifra de turistas alojados en Canarias de 916.890 efectivos durante enero, lo que significó un incremento interanual del 3,55 por ciento. Este ascenso se correspondió tanto por el aumento de la afluencia en el segmento extrahotelero, del 4,54%, como por el avance advertido en el complejo hotelero, estimado en el 3,08 por ciento.

Por su parte, el tráfico total del conjunto de puertos adscritos a la provincia de Las Palmas acumuló un total de 2.107.941 toneladas hasta enero de 2012, lo que significó un incremento del 8,33%, en relación con el mismo mes del ejercicio anterior.

No obstante, otros indicadores de oferta no muestran resultados tan favorables, como es el caso del Índice de Producción Industrial en Canarias, que advirtió un decrecimiento, en términos interanuales, del -1,2%, si bien este retroceso resultó más moderado que el de la media nacional, donde cayó un 2,4 por ciento.

Por otro lado, en lo relativo a los indicadores de consumo interno, el índice de comercio al por menor sigue sin mostrar una evolución favorable, anotando durante enero una tasa de variación negativa del -11,2% respecto al mes anterior, así como el consumo de energía eléctrica, que vuelve a descender en términos mensuales, al presentar una caída del 0,5 por ciento.

Este contexto de estancamiento de nuestra demanda interna continúa asimismo influyendo sobre la evolución del IPC en Canarias, especialmente visible en la componente subyacente que apenas se incrementó en una décima durante el pasado febrero. En cuanto al IPC general, cerró el mes de febrero con un avance mensual del 0,3%, un crecimiento dos décimas superior al acaecido en el conjunto del territorio nacional (0,1%), debido al efecto ejercido por la reciente elevación de los tipos impositivos que gravan la labores del tabaco en el ámbito de Canarias y por la cotización del petróleo.

En definitiva, la valoración conjunta de los indicadores de coyuntura más reciente, ponen de manifiesto que la reactivación económica en el Archipiélago permanece aún condicionada por la fragilidad de la demanda interna, clave fundamental para la recuperación del empleo.

En este escenario, el restablecimiento del crédito, el avance en una consolidación fiscal compatible con el crecimiento y los resultados de las reformas estructurales puestas en marcha, serán claves indispensables para la futura reactivación de la actividad económica y el fomento del empleo, tanto en conjunto nacional como en el Archipiélago.

Puede acceder al texto íntegro del Informe, a través de: Informe mensual de Coyuntura febrero 2012

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