Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Septiembre de 2015

19 de octubre de 2015|In Actualidad CCE

* Puede acceder al texto íntegro del Informe a través del siguiente enlace Informe septiembre 2015

Recientemente, el Fondo Monetario Internacional ha actualizado sus previsiones económicas mundiales para 2015 y 2016 revisando a la baja en dos décimas las expectativas de crecimiento publicadas en julio, hasta situarlas en el 3,1% para 2015 y el 3,6% para 2016.

En esta evolución, son las economías emergentes las que observan una mayor corrección al reducir su crecimiento en dos décimas, en un contexto afectado por la reducción de la cotización internacional del petróleo y el menor volumen de demanda de materias primas.

Mientras, las economías avanzadas observan una atenuación de sus crecimiento menos intenso y pierden una décima con respecto a las estimaciones de julio, lo que resulta sintomático de la capacidad de respuesta que están teniendo las economías más desarrolladas para resistir el shock al que se están viendo sometidas los países emergentes.

En Estados Unidos, a pesar de iniciarse el ejercicio con un crecimiento más débil del inicialmente previsto, debido en parte al contexto de menores precios del petróleo, que afectó a sus inversiones y producción internas, en el segundo trimestre observó un crecimiento del 2,7% interanual gracias al dinamismo del consumo privado y la inversión estadounidense, siendo previsible que se mantenga esta dinámica en lo que resta del ejercicio, lo que podría conducir según el FMI a cerrar 2015 con un crecimiento del 2,6 por ciento. En materia monetaria, la Reserva Federal ha decidido posponer, al menos de momento, la subida de tipos, aunque no resulta descartable el inicio de este proceso en el corto plazo, a la vista del de las expectativas de crecimiento y el escenario de baja inflación que predomina en la economía de estadounidense.

Mientras, en Japón no termina de consolidarse la recuperación y vuelven a registrarse resultados decepcionantes en materia de consumo interno y exportaciones, con lo que todo hace indicar que contará con mayor extensión la política monetaria expansiva en marcha desde hace ya varios años.

En este contexto, en Europa sigue consolidándose de forma progresiva la recuperación. En el segundo trimestre de 2015, el PIB de la eurozona alcanzó un crecimiento del 1,6% interanual, algo más acelerado que en el primer trimestre (1,3%), y parece que el impacto de los riesgos globales podrán ser compensados por el efecto de la menor cotización del crudo, así como por la disipación de la incertidumbre que venía suponiendo la falta de acuerdo con Grecia, tras el resultado electoral que legitima al nuevo Gobierno para acometer el programa de rescate.

En cuanto a las economías emergentes, sigue preocupando la situación de China y el efecto que tendrá en aquellas economías sobre las que ejerce una mayor influencia. La evolución de las exportaciones chinas ha resultado más débil de lo esperado, si bien esta trayectoria no ha tenido impacto aún en términos de crecimiento, dado que el menor volumen de exportaciones ha venido secundado por una caída más intensa de las importaciones, produciéndose el efecto neto de una contribución al crecimiento del sector exterior.

No obstante, la caída del comercio exterior chino está afectando, junto con la bajada de la cotización del petróleo, a los países exportadores de materias primas, muchos de ellos economías emergentes como Brasil o Rusia, así como las economías latinoamericanas y a las economías asiáticas más vinculadas a China.

En cualquier caso, el alineamiento a la trayectoria de pérdida de dinamismo no resulta unánime entre las economías emergentes. Es más, algunas economías como India o México no siguen esta tendencia y mantienen su dinamismo en el crecimiento.

En este contexto, la economía española, tras crecer con especial fortaleza durante el primer semestre, gracias a la contribución de la demanda interna y a factores como la depreciación del euro, los bajos tipos de interés, la relajación de la política fiscal o los menores costes del petróleo, prevé cerrar el ejercicio con un crecimiento en el entorno del 3 por ciento, uno de los más destacados de entre las economías avanzadas.

Resulta sin embargo probable una cierta moderación del crecimiento conforme vaya acompasándose el impacto de los factores externos, en un contexto en el que existen ciertos riesgos a la baja, tanto derivados del menor impulso generalizado en las economías emergentes como de las eventuales dosis de incertidumbre que puedan producirse tras los comicios electorales de finales de 2015.

De momento, en el transcurso de 2015 la mejoría en la actividad en la economía española ha ido trasladándose al empleo y a la demanda interna, como han ido atestiguando los diferentes indicadores disponibles.

En el ámbito del empleo, los resultados más reciente en materia de afiliación a la Seguridad Social referidos al último día del mes de septiembre, revelan un crecimiento interanual del empleo del 3,1%, un total de 506.697 afiliados más que en septiembre de 2014. Este avance se concentra sobre todo dentro del empleo asalariado, ya que resulta el colectivo de trabajadores adscritos al “régimen general” el que más crece, con 453.711 afiliados más (+3,7%), seguido de los autónomos, donde se cuentan 49.628 nuevas afiliaciones con respecto al mismo mes del año anterior (+1,7%).

La coyuntura favorable en el empleo es fruto de un mayor nivel de actividad, y revierte sobre el crecimiento de la demanda interna que continúa resultando el principal factor sobre el que se apoya la recuperación de la economía española, en un escenario en el que las exportaciones siguen también en fase expansiva, lo que viene poniendo de relieve el escenario de mayor competitividad en el que se desenvuelve nuestro tejido productivo.

Descendiendo en el análisis hasta el ámbito de Canarias, las últimas estimaciones oficiales crecimiento advirtieron un dinamismo de la economía canaria superior al del conjunto del Estado, dado que el PIB de las islas se aceleró según el ISTAC durante el segundo trimestre del año, hasta el 3,3% interanual. En este escenario, la última revisión disponible de las previsiones de crecimiento, realizada por el centro de estudios del BBVA, también eleva la estimación de crecimiento del Archipiélago para 2015, hasta el 3,4 por ciento.

Los resultados de los principales indicadores de actividad y empleo avalan esta tendencia. En materia de afiliación a la Seguridad Social, se alcanzaron a último día del mes de septiembre los 697.000 trabajadores en alta laboral, lo que supone un incremento del 3,7% interanual, un total de 24.973 afiliados más que los estimados en el mismo mes del año anterior. De estos, 21.025 son afiliados al régimen general, un 3,9% más, por 3.696 nuevos autónomos, un 3,4% más que en septiembre de 2014.

Asimismo, el paro registrado en las Islas vuelve a confirmar la tendencia de descensos iniciada en agosto de 2013, cuantificándose en esta ocasión un retroceso interanual del 9,1%, un total de 24.324 desempleados menos.

En línea con los datos del mercado laboral, los indicadores de actividad y demanda avalan la aceleración en el proceso de recuperación de la economía canaria.

Desde el punto de vista de la demanda, prosigue la trayectoria de crecimiento iniciada durante el segundo semestre de 2013 en el comercio minorista, con un nuevo avance interanual en Canarias del Índice de Comercio al por Menor del 3,3% según el último dato disponible, de agosto de 2015.

Crece asimismo el tráfico de mercancías en los puertos de Las Palmas, un 10,5% durante los primeros 8 meses de 2015; y la matriculación de vehículos acumula hasta agosto un avance del 24,6 por ciento. En la misma línea, el volumen de energía eléctrica disponible observa un crecimiento del interanual en agosto del 2,2 por ciento.

Mientras, en materia de licitación pública, se observa un crecimiento acumulado en los primeros ocho meses del año del 17,3%, si bien este resultado se encuentra todavía en torno a valores muy bajos.

En cuanto a la actividad turística, los indicadores disponibles continúan dando señales de dinamismo, tanto en términos de número de visitantes como de ingresos turísticos. El número de visitantes extranjeros entrados por los aeropuertos de Canarias crecen un 0,7% hasta agosto, manteniéndose, por su parte, la cifra de visitantes alojados por los establecimientos turísticos de Canarias en valores similares a los observados durante el mismo periodo del año anterior.

Mientras, en términos de gasto turístico, el gasto total de los turistas extranjeros alcanzó durante los primeros ocho meses de 2015 en Canarias, según el Instituto Turístico de España, los 1.259 millones de euros, un 9,6% más que en el mismo periodo de 2014.

En otro ámbito, en lo que se refiere a la evolución de los precios en Canarias, estos siguen condicionados por la cotización del petróleo, observando un retroceso en Canarias del 1,0% interanual.

Por grupos, “Transporte”, con un descenso del 5,4%, sigue siendo el principal responsable de la caída interanual de los precios en Canarias, mientras que el grupo “Vivienda” cae un 3,4% debido a la reducción del 10,1% observada dentro del subgrupo “Electricidad, gas y otros combustibles”.

Por el contrario, los componentes más estructurales de la inflación siguen una evolución creciente, lo que resulta sintomático del proceso de recuperación en que se encuentra inmerso el consumo en las Islas.

Este comportamiento se evidencia en el resultado de la inflación subyacente, que descuenta el efecto de los componentes más volátiles, estos son, los productos energéticos y los alimentos no elaborados, y que observa un crecimiento interanual del 0,5% en Canarias.

En síntesis, la actividad y el empleo en las islas sigue avanzando por la senda de la recuperación, un hecho que se plasma en los indicadores de actividad, empleo y demanda, y que comienza a traducirse de una forma clara en una mejoría de las expectativas de los agentes económicos.

De hecho, los últimos resultados de octubre de 2015 del Índice de Confianza Empresarial publicados por el ISTAC, permiten contrastar una mejoría en la percepción del contexto económico por parte de los empresarios, tanto en lo que respecta al balance de situación como en cuanto a las expectativas empresariales.

Esto no supone, sin embargo, más que el esperanzador inicio de un largo camino que aún resta por recorrer, para el que resulta necesario seguir profundizando en las reformas y poder así consolidar la recuperación económica y el crecimiento del empleo sobre bases de sostenibles.

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