Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, Enero de 2017

16 de febrero de 2017|In Actualidad CCE

* Puede acceder al texto íntegro del Informe a través del siguiente enlace Informe enero 2017

La coyuntura económica mundial abre 2017 dentro de un escenario de prudente optimismo, a pesar de la existencia de un complejo entorno global en el que no termina de disiparse la incertidumbre.

Algunos indicadores de actividad global dan motivos para este optimismo, como es el caso de la evolución durante los últimos meses de los mercados de materias primas industriales, en los que se observa una fuerte aceleración de los precios, sobre todo a partir de diciembre de 2016, que podrían estar respondiendo a un mayor impulso mundial de la actividad del sector manufacturero.

En Estados Unidos, la recuperación del crecimiento durante la segunda mitad del ejercicio, confirmada tras la primera estimación del PIB para el último trimestre de 2016, en el que se registró un avance interanual del 1,9%, parece mantener su inercia durante el comienzo de 2017, a la vista de la evolución de indicadores económicos como el empleo, que registra 227.000 nuevos puestos de trabajo en el primer mes del año.

A la vista del escenario, la Reserva Federal ha adelantado su intención de no esperar en exceso para una nueva elevación de los tipos de interés, decisión que, sin embargo, quedará supeditada al signo de la política económica del nuevo Ejecutivo norteamericano.

Menos positiva resulta la evolución de China, en la que las primeras estimaciones oficiales confirman la desaceleración al registrar un crecimiento del 6,7% en el balance de 2016, frente al 6,9% de 2015 y el 7,3% de 2014, lo que supone su menor ritmo de expansión en los últimos 25 años. Habrá que continuar vigilando su evolución de cerca durante los próximos meses, sobre todo ante posibles efectos adversos de las medidas de estímulo que han venido aplicándose, que están generando una amplia expansión del crédito y lentos avances en el saneamiento de la deuda empresarial, lo que podría acarrear riesgos sobre el crecimiento. A estos factores se han añadido recientemente otros como el incremento de los costes industriales por el encarecimiento de las materias primas, un hecho que está añadiendo presiones inflacionistas sobre la economía china.

En cuanto al Reino Unido, este mantiene el ritmo de crecimiento económico durante el cuarto trimestre de 2016, con un avance según EUROSTAT del 2,2%, al tiempo que el Banco de Inglaterra ha vuelto a revisar al alza, del 1,4% al 2,0%, la previsión de crecimiento para 2017, reconociendo un mejor comportamiento del esperado por la economía británica tras el anuncio del Brexit.

Por su parte, el crecimiento de la eurozona mantuvo el tono con un avance interanual del 1,7%, destacando en esta evolución la mejoría experimentada por Francia y Alemania, que fortalecen su crecimiento durante el último trimestre del año, a las puertas en ambos casos de importantes comicios electorales para la estabilidad de todo el proyecto europeo. Así, se estima un crecimiento del 1,8% para la economía alemana y del 1,1% para la francesa, tras sendos crecimientos trimestrales del 0,4 por ciento.

Asimismo, vuelve a resaltar dentro del contexto europeo el dinamismo exhibido por la economía española, sobre la que Eurostat estima un crecimiento para el cuarto trimestre del 3,0 por ciento, con lo que se cierra el ejercicio con un crecimiento en nuestro país del 3,2 por ciento.

En este escenario, parece haber consenso entre las diferentes previsiones de crecimiento para la economía española en cuanto a la robustez del crecimiento, si bien ponderan el efecto de los riesgos de forma diferenciada.

En este sentido, las más optimistas resultan las del gabinete de estudios de BBVA, que vaticinan una tasas de crecimiento del PIB del 2,7% tanto en 2017 como en 2018, lo que le convierte en la mejor previsión de cuantas se disponen hasta el momento, si bien también se advierte del cierto agotamiento de factores que han venido beneficiando al crecimiento económico, como la posible moderación del crecimiento de los flujos turísticos, el impacto creciente de la política monetaria en las cargas financieras, la reversión parcial del descenso en el precio del petróleo o el menor impulso de la política fiscal respecto a los últimos dos años.

Más conservadoras resultan las previsiones de la Comisión Europea, que prevén un crecimiento aún robusto, pero más desacelerado para 2017 y 2018, al estimarse avances respectivos del 2,3% y el 2,1 por ciento.

En el caso de 2017, la previsión de la CE se situaría dos décimas por debajo de la estimación del Gobierno, lo que, junto con una menor recaudación de la prevista por el Gobierno tras las medidas tributarias introducidas durante el pasado mes de diciembre, justificaría, a juicio de la Comisión, un déficit del 3,5%, 4 décimas por encima del objetivo para España, lo que implicaría un ajuste presupuestario extra de 4.300 millones de euros.

Los desequilibrios presupuestarios vuelven a convertirse en el principal caballo de batalla de la economía española, sobre los que queda aún pendiente de abordar sus causas estructurales.

En este contexto, en Canarias, las últimas estimaciones sitúan el crecimiento para 2016 en el 3,1% según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF), y en el 2,9%, según las estimaciones del BBVA.

No obstante, a pesar de estimar un menor crecimiento, el informe de BBVA pone de especial relieve la capacidad de creación de empleo del Archipiélago, con tasas de crecimiento del 3,2% en 2016, y holgadamente superiores al 3,5% para 2017 y 2018, lo que podría coadyuvar a seguir disminuyendo los niveles de desempleo.

Precisamente el mercado laboral ha continuado dando síntomas de buena salud, y durante el pasado mes de enero, se registraron un total de 14.210 desempleados menos que en el mismo mes del año anterior (-5,8% interanual), mientras que, el número de afiliados a la Seguridad Social a último día del mes, registró un avance del 4,6% interanual, un total de 32.515 afiliados más que en enero de 2016, hasta alcanzarse los 742.698 trabajadores en situación de alta laboral en Canarias.

Por sectores, la creación de empleo ha vuelto a concentrarse durante el mes de enero en torno a los servicios. Según las últimas estadísticas de afiliación, se contabilizan un total de 27.867 afiliados más que en el mismo mes del año anterior (+4,5% interanual), de los que 9.792 se adscribieron a la hostelería y 4.852 al comercio y la reparación de vehículos, confirmando a estas ramas como las más relevantes de Canarias en términos de creación de empleo.

No obstante, la buena evolución del empleo puede hacerse extensiva a la totalidad de los sectores de actividad, al observarse aumentos de la afiliación en la agricultura (424 afiliados más, +1,7% interanual), la industria (1.312 afiliados más, +3,7% interanual) y la construcción (3.092 afiliados más, +8,0% interanual).

El principal factor sobre el que se sustenta la buena evolución del empleo en Canarias es el turismo, con efectos tanto directos como indirectos e inducidos sobre la actividad económica del Archipiélago, donde han continuado observándose muestras de dinamismo.

En este sentido, las encuestas de ocupación turística del INE, correspondientes al mes de diciembre de 2016, estimaron un crecimiento en el número de viajeros alojados por los establecimientos turísticos de Canarias del 8,8% interanual, acumulándose en el balance del ejercicio un repunte del 9,3%, lo que supone alcanzar los 13,3 millones de turistas alojados por los establecimientos turísticos de Canarias, 1,1 millones de turistas más que los alojados en el año anterior.

En la misma línea, el gasto turístico publicado por el INE mantuvo la tendencia creciente de meses anteriores y cerró en diciembre con un fuerte crecimiento del 23,1% interanual, con lo que se acumula un gasto total en el ejercicio de 15.136,48 millones de euros, un 11,8% más que la cifra acumulada durante el año anterior.

Este contexto favorable ha permitido que los indicadores de demanda hayan seguido emitiendo señales de dinamismo, afianzados en la buena evolución de la demanda interna y el impulso del consumo.

Según los últimos datos disponibles, referidos al mes de diciembre, prosigue el crecimiento del índice de comercio al por menor (+2,7% interanual), la producción de energía eléctrica (+1,5% interanual) y, sobre todo, de la matriculación de vehículos, que registra un avance del 24,8% interanual en diciembre, lo que le conduce a cerrar el ejercicio con un crecimiento acumulado del 19,7% con respecto al año anterior, destacando en esta evolución los resultados de los canales de alquiler (+23,1%) y de vehículos empresariales (+32,5%), superiores al repunte, también relevante, observado por el segmento de vehículos de uso particular (+14,3%).

En materia de precios, el diferencial de la cotización del petróleo con respecto al mismo mes del año anterior justifica la subida del 2,5% interanual del IPC, al pasar los precios del petróleo del suelo de 31,1 dólares por barril en enero de 2016, el menor valor de los últimos 13 años, a los 54,4 dólares en enero de 2017, lo que supone un incremento relativo del 74,9 por ciento.

Esta evolución ha repercutido fundamentalmente sobre los precios de Transporte” (+5,5%) y del grupo “Vivienda” (+5,9%), muy afectado por la elevación de la inflación dentro del subgrupo de “Electricidad, gas y otros combustibles”, donde se observa un fuerte incremento en enero del 19,5% interanual.

No obstante, a pesar de la aceleración observada por la inflación en enero, la componente subyacente se mantiene estable en el 1,0% interanual, lo que revela la ausencia aún de efectos de segunda vuelta sobre la inflación. En este escenario, hay que insistir en la moderación salarial, como uno de los mecanismos fundamentales para evitar riesgos inflacionistas que lastren la recuperación al minar la competitividad de nuestros bienes y servicios en el exterior.

En virtud de todo lo anterior, de cara a los meses venideros, resulta previsible que Canarias prosiga avanzando en el crecimiento, si bien se advierten ciertos indicios de moderación, por el agotamiento de los factores que han venido alentando el crecimiento en el Archipiélago hasta el momento, sobre todo del lado turístico, que se verá afectado por la dilución del efecto favorable derivado del desvío hacia las islas por el cierre de mercados competidores, el mayor coste de los precios del petróleo y de debilidad de la libra esterlina. Este escenario remarca la necesidad de seguir avanzando en las reformas necesarias para dotar de mayores niveles de competitividad a las Islas.

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