El aumento de los activos y la caída en el empleo público y en los autónomos empujan al alza la tasa de paro de las Islas durante el tercer trimestre del año

  • El número de asalariados del sector privado logra aumentar 1.700 personas tras casi tres años registrando descensos trimestrales.
  • Gracias al empuje del turismo, el conjunto de los servicios se convierte en el único sector que crea empleo durante el tercer trimestre del año.

La estimaciones más recientes de la EPA publicadas durante la mañana de hoy, muestran que el número de activos en las Islas se ha incrementado durante el tercer trimestre del año en un 1,62%, lo que ha supuesto la incorporación de 17.900 nuevos efectivos al mercado laboral de Canarias en un periodo en el que ha descendido la ocupación en 4.100 ocupados, traduciéndose en un descenso relativo del empleo del 0,56 por ciento.

Por el contrario, en el contexto nacional, la evolución de la población activa se corrige a la baja durante el mismo periodo y desciende en un 0,15%, en un contexto en el que aumenta la ocupación nacional en un 0,23 por ciento.

Esta evolución dispar de ambos mercados laborales, tanto en el empleo como -sobre todo- en la población activa, condiciona la evolución del paro en las Islas, donde se observa un nuevo incremento trimestral del 5,93% (22.100 parados más) hasta alcanzase los 393.400 parados, por un descenso en el ámbito nacional del 1,22% (72.800 personas menos), hasta totalizarse los 5.904.700 desempleados.

En línea con lo anterior, la tasa de paro en Canarias continúa elevándose hasta situarse en el 35,1% de la población activa, y se acrecienta la brecha que nos separa con la tasa de paro nacional, que se emplaza en el 25,9 por ciento.

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Por sectores, se generaliza la caída trimestral de la ocupación con la excepción de los servicios, donde el buen comportamiento de la actividad turística tira del empleo en el sector. Así, el número de ocupados adscritos en los servicios aumenta en 7.700 personas durante el tercer trimestre de 2013, que se traduce en un avance relativo intertrimestral del 1,24 por ciento.

Mientras, los demás sectores de actividad observan una evolución decreciente en la ocupación, con tasas del -19,9% en el caso de la construcción, 9.500 empleos menos; del -4,70% en la industria, equivalente a 1.900 ocupados menos; y del -2,13% en la agricultura, estos son, 500 ocupados menos.

De la explotación de los datos facilitados por la Encuesta de Población Activa pueden extraerse otros resultados de interés, por ejemplo, el buen comportamiento mostrado por la evolución de los asalariados del sector privado que, por primera vez, y tras casi tres años registrando descensos trimestrales consecutivos, logra cerrar el tercer trimestre de 2013 con un incremento relativo del 0,35%, que ha supuesto la creación de 1.700 nuevos puestos de trabajo.

Resulta asimismo destacable que, a pesar de la pérdida observada dentro del colectivo de autónomos, tiene lugar un incremento en el número de aquellos que son empleadores o trabajadores por cuenta propia con asalariados, que se incrementan en 2.900 personas durante el tercer trimestre del año.

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Ciertamente, estos avances no son suficientes para reorientar la evolución del empleo en Canarias, pero sí resultan sintomáticos de una gradual moderación de la mala situación que ha venido observando nuestro mercado de trabajo, todavía sometido a una alta condicionalidad y con mucho margen para su mejoría en términos de competitividad en el medio o largo plazo.

En este contexto de reformas, aún quedaría recorrido para profundizar en la mejoría de la eficiencia de las administraciones públicas. A pesar de que el último dato de la EPA contabiliza un descenso intertrimestral de los asalariados públicos (-3.300 empleados menos en el último trimestre, una caída del 2,43%), no debe olvidarse que a lo largo de la crisis, entre el tercer trimestre de 2007 y el tercero de 2013, el volumen de empleados del sector público ha descendido en un 6,5% (-9.300 asalariados públicos), en un contexto en el que el empleo privado retrocede en un 24,4 por ciento (-156.000 asalariados privados).

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La evolución interanual se ve también condicionada en Canarias por la trayectoria diferenciada de los activos

Trasladando ahora el análisis a una comparación interanual del tercer trimestre, el estrato de activos en Canarias cuantifica una reducción de la población activa del -0,39%, estos son, 4.400 activos menos; si bien dicha caída resulta mucho menos acusada que la estimada para el conjunto del territorio nacional, donde los activos retroceden durante ese mismo periodo un 1,60%, que en términos absolutos se traduce en un total de 370.400 efectivos menos.

También en términos interanuales, el empleo se reduce en Canarias en 19.700 puestos de trabajo, esto es, un descenso relativo del 2,64%, ligeramente inferior al experimentado por la población ocupada en el contexto nacional donde el número de ocupados se aminora en un 2,87 por ciento.

En este contexto, la menor caída de los activos en Canarias vuelve a resultar decisiva en la evolución interanual del desempleo, que se incrementa en el Archipiélago en un 4,02%, frente al aumento del 2,19% observado en el ámbito nacional.


Conclusiones del Informe de Coyuntura Socioeconómica, septiembre de 2013

* Puede acceder al texto íntegro del Informe, a través del siguiente enlace Informe septiembre 2013

En su último informe, publicado a comienzos del mes de octubre, el Fondo Monetario Internacional acaba de revisar a la baja el crecimiento de la economía mundial previsto para este año, y estima ahora un avance del 2,9%, durante 2013, lo que supone una caída de tres décimas de punto en comparación con las previsiones que había anunciado este organismo durante el pasado verano, cuando estimó un crecimiento anual del 3,1 por ciento.

Este menor crecimiento se explica, ya no por un agravamiento de los efectos derivados de la crisis en las principales potencias del Globo, ni tan siquiera en la eurozona, tal y como ha venido sucediendo en las últimas revisiones, sino por el menor dinamismo que han comenzado a mostrar el conjunto de economías emergentes.

En un contexto en el que los precios de las materias primas tienden a la moderación, y los flujos de capital están comenzando a reorientarse nuevamente hacia a las economías avanzadas, aliviando así las condiciones de financiación de esos mercados, las tasas de crecimiento elevadas que han venido registrándose en economías como China, India, Rusia y Brasil, podrían perder intensidad.

Aunque el FMI confía en que las economías emergentes continuarán mostrando tasas de crecimiento intensas, que podrían alcanzar el 4,5% en su conjunto durante el presente año, frente a la previsión para los países más avanzados del 1,2%, sí es cierto que el crecimiento resultará inferior al registrado en años anteriores y al inicialmente previsto para este ejercicio.

No obstante, y pese a esta revisión a la baja, el FMI prevé para 2014 un crecimiento de la economía mundial del  3,6%, valor aún moderado pero más equilibrado y menos sometido a tensiones, siempre y cuando los países más avanzados logren consolidar los resultados que han comenzado a materializarse durante el último periodo. De hecho, para el próximo año se prevé que los países desarrollados aceleren su ritmo de crecimiento en casi 8 décimas y logren cerrar 2014 con un avance del 2,0 por ciento.

En Estados Unidos, todo parece apuntar, tras haberse pospuesto hasta febrero la decisión sobre el techo de déficit, y disipar, al menos de momento, los riesgos derivados la temida suspensión de pagos a la que se enfrentaba la Administración norteamericana, que el gasto público podría apuntalar el vigor que viene mostrando la demanda privada y facilitar un impulso de esa economía durante el próximo ejercicio, lo que contribuiría a mantener las previsiones de crecimiento en el 2,6 por ciento.

Mientras, la economía de Japón, tras registrar durante 2012 y 2013 incrementos en el entorno del 2%, gracias a la contribución pública y al mantenimiento de una política monetaria expansiva, deberá ahora afrontar un ajuste fiscal durante el próximo año y la consecuente moderación de su crecimiento, que según el FMI rondará el 1,2% durante el próximo ejercicio.

En este contexto, los últimos datos confirman que la zona del euro abandonará este año la fase de recesión y, tras cerrar 2013 con un descenso del 0,4%, según el FMI, logrará crecer a un ritmo del 1,0% durante 2014.

No obstante, el organismo internacional mantiene la cautela pues, a su juicio, persisten aún riesgos estructurales que frenan la recuperación en la eurozona, localizados principalmente en la debilidad de los países de la periferia y en el retraso en la puesta en marcha de la Unión Bancaria.

En lo que se refiere a España, el FMI ha revisado al alza las previsiones que había anunciado para el próximo año, y ahora confía en que nuestra economía logre cerrar 2014 con un incremento del 0,2 por ciento, lo que supone dos décimas de punto porcentual por encima de la última revisión publicada el pasado julio.

Se trata de una previsión inferior a la que maneja el Ejecutivo, cuya estimación según el proyecto de Ley de Presupuestos del Estado se situaría en el 0,7%, una dato prudente a la vista del panel de consenso de analistas e instituciones nacionales e internacionales. No tan prudentes, sin embargo, resultan otras previsiones incorporadas en los presupuestos del Estado como la estimación de ingresos no financieros que prevé un avance del 2,1%, un valor que podría tildarse de excesivo a juzgar por la previsiones de crecimiento.

Volviendo a las previsiones de crecimiento, la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS) ha revisado también al alza sus estimaciones en la primera semana de octubre hasta el 1,0% durante 2014.

Estas revisiones al alza se fundamentan en un esperado avance de la inversión y el consumo privado durante el próximo año que podría amortiguar gran parte de la contracción que experimentará el gasto público durante el próximo ejercicio, que también se prevé menos intensa que en años anteriores, con lo que la aportación negativa de la demanda interna resultaría inferior en un contexto en el que las exportaciones prolongarán su senda de crecimiento.

Las nuevas perspectivas de crecimiento para nuestro país parecen alinearse mejor con la evolución más reciente de la Contabilidad Nacional publicada por el INE, según la cual nuestra economía logró cerrar el segundo trimestre del año con un descenso moderado de un 0,1%, en respuesta a un comportamiento menos negativo de la demanda interna.

En este contexto, la mayoría de los indicadores referidos al ámbito financiero respaldan en su evolución el devenir del contexto macroeconómico general. Así, por ejemplo, la prima de riesgo de la deuda española frente al bono alemán ha logrado mantenerse por debajo de los 250 puntos básicos tras el verano, distanciándose sustancialmente de los máximos que se llegaron a registrar durante el pasado año, cuando el valor de la prima de riesgo llegó a situarse por encima de los 600 puntos básicos, su valor máximo alcanzado antes del verano.

Esto supone que el valor de la rentabilidad exigida al título de deuda española resulta  inferior al del año pasado, lo que se traduce en un menor coste de financiación para las arcas públicas.

No en vano, según ha anunciado el Gobierno, aunque el capítulo de gastos financieros continúa representando una parte importante del presupuesto de gasto, se prevé una disminución para 2014 del 5,2 por ciento.

En síntesis, el panorama para el próximo ejercicio puede calificarse como positivo, si bien los efectos sobre el empleo no comenzarán a apreciarse hasta la segunda mitad de 2014, cuando según el informe económico y financiero que acompaña al proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2014, comenzarán a experimentarse incrementos en la ocupación en nuestro país.

En este contexto, la economía canaria también está comenzando a dar algunos síntomas de mejora, aunque estos resultan aún muy incipientes y se encuentran sujetos a una condicionalidad elevada.

Los últimos datos de paro registrado han constatado un nuevo descenso mensual del 0,7% del desempleo en Canarias, a diferencia de lo sucedido en el contexto nacional, donde el mes de septiembre se ha saldado con un ligero incremento del desempleo del 0,54 por ciento.

Todos los sectores productivos han logrado reducir el nivel de paro, aunque de manera destacada en la construcción, donde se contabilizan 1.293 desempleados menos, si bien esta caída se relaciona con el creciente desánimo que genera la persistente falta de expectativas laborales entre los demandantes de empleo en esta actividad, más que con una eventual mejora de la situación productiva de un sector sumido en un prolongado estancamiento, como consecuencia de la debilidad de la inversión tanto pública como privada.

En cambio, la reducción del paro registrado experimentada por el resto de los sectores si está asociada a mejoras relativas, aunque aún muy moderadas, en las condiciones productivas en las que se circunscriben.

En este sentido, el conjunto de los servicios lograba reducir el número de desempleados 1.098 personas, y la industria lo hacía en 121 parados menos, seguidos de la agricultura, donde la lista oficial de parados se ha reducido en 54 personas.

No obstante, el colectivo “sin empleo anterior” ha vuelto a elevar el número de desempleados inscritos, en esta ocasión en 557 personas, lo que se traduce en un incremento relativo mensual del 3,29 mensual.

Con los resultados de paro registrado en septiembre, Canarias acumula su cuarto descenso consecutivo en el número de inscritos, dibujando el inicio de una fase descendente que podría mantenerse durante el tramo final del año, habida cuenta de la evolución favorable que mostrará la demanda turística y una eventual mejora en la actividad vinculada a la época navideña.

En la misma línea, los datos de afiliación a la seguridad Social a último día del mes ponen de manifiesto un avance en el empleo, y en Canarias se contabilizan según datos a último día del mes, 6.672 afiliados más que en agosto, en términos relativos un 1,03% más, frente a la caída del 0,9% observada a escala nacional, donde se pierden 31.139 afiliados.

En idéntico sentido parecen alinearse indicadores de actividad claves como la llegada de turistas extranjeros, que continúa superando durante septiembre los datos de hace un año y muestra un incremento interanual del 4,7%, acumulando así un crecimiento durante los primeros nueve meses del año del 1,7%; el Índice de Comercio al Por Menor, que avanza un 2,7% interanual en agosto; o la producción de energía eléctrica, que por segundo mes consecutivo registra tasas mensuales de crecimiento, al cifrar un avance durante agosto del 2,7 por ciento.

No obstante, aún resulta prematuro hablar de recuperación, dado que la mejora del contexto macroeconómico y financiero no han podido trasladarse aún a la actividad, y en consecuencia, al empleo y al consumo.

De hecho, hay que recordar que a pesar de algún atisbo de mejoría en el consumo, este permanece todavía en una situación de debilidad. Así lo constata por ejemplo la inflación, que registra un descenso del 0,4% durante el periodo comprendido entre los meses de septiembre de 2012 y 2013, una caída en los precios que puede incluso tener mayor recorrido durante los próximos meses, a medida que terminen de disiparse los efectos sobre los precios derivados de las sucesivas subidas de impuestos y del encarecimiento de productos y servicios introducidos a partir de cambios normativos en el ámbito de la sanidad o la educación.